Cinco funcionarios de la Academia de Suecia renunciaron a sus cargos en un mes clave, en el que se debe definir la lista de finalistas para el Premio Nobel 2018.
El dramaturgo francés Jean-Claude Arnault, funcionario de la Academia Sueca, fue denunciado por 18 mujeres de acoso sexual. Esto llevó a la renuncia inmediata de 5 de los 18 integrantes del jurado que deberá definir este mes de abril la lista final de los candidatos al Nobel de Literatura.
Arnault y su esposa Katarina Frostenson gestionan un club literario llamado “Forum”, el cual ha sido financiado por la Academia en el pasado.
Las denuncias de acoso por parte de las mujeres no fueron ante la policía; sin embargo, la fiscalía abrió una investigación preliminar y la cerró parcialmente por falta pruebas y por el tiempo que pasó desde que se produjeron los supuestos delitos (1997 – 2007).
El dramaturgo acusado, figura popular de la cultura sueca, rechazó todas las acusaciones, mediante un correo electrónico enviado a los medios.
Las alegaciones de las presuntas víctimas se revelaron a través del diario sueco “Dagens Nyheter”, lo que forzó a la Academia a cortar vínculos con el Forum y a abrir una fiscalización sobre su relación con este club.
La investigación del medio también concluyó que Arnault filtró el nombre del ganador del Nobel de Literatura en siete ocasiones, entre ellas, el de Bob Dylan.
OLA DE RENUNCIAS
Este escándalo produjo una crisis en la Academia sueca, pues algunos miembros votaron a favor de la expulsión de Katarina Frostenson, una decisión extrema que sólo se produjo una vez en la historia de la organización, fundada en 1786. La expulsión prosperó en el debate celebrado a principio de mes pero evidenció las disputas entre sus miembros.
Sin embargo, el viernes 6 de abril se dieron las primeras renuncias, la de Klas Östergren, Kjell Espmark (el segundo académico más veterano) y Peter Englund (ex secretario permanente), quienes estaban a favor de la renuncia de Frostenson.
Estas salidas fueron criticadas por otro miembro, el ex secritario Horace Egdahl, que les llamó “malos perdedores” públicamente, evidenciando los problemas internos del prestigioso grupo.
La semana pasada se sumaron dos renuncias, las de la secretaria permanente Sara Danius, encargada de anunciar al Nobel de Literatura, y la de la propia Katarina Frostenson, quien inició con esta polémica.
El director de la Academia, Anders Olsson, confirmó por su parte que Frostenson había dimitido "con la esperanza de que la Academia Sueca sobreviva como institución".
Este escándalo ha remecido la interna de la Academia Sueca que vivirá una semana clave en la que deberá elegir a los finalistas del Nobel de Literatura.
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