El escritor peruano precisó a un diario local que empezar una obra de ficción le despierta inquietud respecto de un personaje o una situación.
En una entrevista al rotativo, Vargas Llosa confesó que esta ansiedad, que no le ocurre de manera premeditada, lo lleva a tomar "pequeñas" notas, esquelas y trayectorias "sin estar seguro" de qué va a escribir.
"Hasta que de pronto todo eso empieza a ponerse en marcha y empiezo a escribir, pero sin saber al principio a dónde voy. Al inicio siempre voy a tientas. Con algunos libros me ha pasado que he trabajado uno o dos años sin tener claro cuál iba a ser la historia final", acotó.
Vargas Llosa -quien actualmente trabaja en su nueva novela, provisionalmente titulada "El sueño del celta"- explicó que esta primera parte del proceso creativo también le produce "una gran excitación" porque después empieza a sentirse llevado por la historia, sus fuerzas y su propia dinámica.
"Para mí es la parte más emocionante porque tienes la sensación de haber producido un simulacro de vida. Y lo has conseguido utilizando palabras, excluyendo otras, organizando el tiempo, los puntos de vista, ocultando ciertas cosas, o más bien distrayendo al lector para poder hacer que pasen ciertas cosas que normalmente el lector rechazaría", dijo.
El autor de "La fiesta del chivo" aseguró que la satisfacción de un escritor es secreta: "Creo que en la soledad en que te sumerges para crear pasas por momentos muy difíciles, pero al mismo tiempo son de una sorpresa, de una satisfacción íntima que no se compara a ningún tipo de conocimiento".
EFE
"Hasta que de pronto todo eso empieza a ponerse en marcha y empiezo a escribir, pero sin saber al principio a dónde voy. Al inicio siempre voy a tientas. Con algunos libros me ha pasado que he trabajado uno o dos años sin tener claro cuál iba a ser la historia final", acotó.
Vargas Llosa -quien actualmente trabaja en su nueva novela, provisionalmente titulada "El sueño del celta"- explicó que esta primera parte del proceso creativo también le produce "una gran excitación" porque después empieza a sentirse llevado por la historia, sus fuerzas y su propia dinámica.
"Para mí es la parte más emocionante porque tienes la sensación de haber producido un simulacro de vida. Y lo has conseguido utilizando palabras, excluyendo otras, organizando el tiempo, los puntos de vista, ocultando ciertas cosas, o más bien distrayendo al lector para poder hacer que pasen ciertas cosas que normalmente el lector rechazaría", dijo.
El autor de "La fiesta del chivo" aseguró que la satisfacción de un escritor es secreta: "Creo que en la soledad en que te sumerges para crear pasas por momentos muy difíciles, pero al mismo tiempo son de una sorpresa, de una satisfacción íntima que no se compara a ningún tipo de conocimiento".
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