El tallado del rostro se hace mediante la información obtenida por el escáner e información bibliográfica y pictográfica.
El uso de tecnología de reconstrucción facial forense es una técnica utilizada por los equipos de criminalística a nivel mundial. Pero, este no es su único uso. Este avance científico permite también dar un aspecto real a personajes famosos del pasado a través de un trabajo de modelado en 3D de su cráneo.
Es así que un grupo de investigadores, ingenieros forenses, antropólogos, arqueólogos y artistas presentaron al Perú y al mundo el rostro de la Dama de Cao, una gobernante mochica que vivió en el siglo IV d.C. y que es la cara visible del poder femenino en el Antiguo Perú. Sin embargo, la Señora de Cao no es la primera peruana ilustre que nos muestra su rostro real. En 2015, dos santos peruanos Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres también lo hicieron.
Basándose en datos extraídos de su cráneo, además de información en pinturas y documentos religiosos de la época, un equipo peruano- brasilero logró dar con la apariencia de Isabel Flores de Oliva.
Después de 300 años de su muerte, la imagen real de la Patrona de América, Filipinas e Indias Occidentales mostraba a una mujer con rasgos simétricos, de tez muy blanca, nariz y labios finos y cabello y ojos castaños claro.
Usando la misma tecnología en noviembre de 2015, el cráneo de San Martin de Porres fue reconstruido en un proceso de tallado digital a cargo de Cicero Moraes. De acuerdo con esa tecnología, el “Santo de la Escoba” tenía piel morena, cabello ensortijado corto de color oscuro, al igual que sus ojos, una frente amplia y un mentón cuadrado, nariz lineal y pómulos un poco pronunciados.
Pero, esta tecnología no solo tiene como protagonistas a famosos peruanos sino también a grandes personalidades históricas mundiales. Desde el latinoamericano Simón Bolivar, pasando por el científico Nicolás Copérnico, los faraones egipcios Tutankamon y Nefertiti, hasta Jesuscristo.
El proceso de reconstrucción facial para todos los casos es similar: primero se obtienen los datos del cráneo usando un tomógrafo de última generación o un escáner láser 3D. En 20 segundos, esa información pasa a la computadora y es tallado en un software para darle los detalles de los músculos en el rostro.
Para la etapa de detalle se usa información literaria y pictográfica del personaje, pues el análisis del cráneo no puede brindar detalles como el color de los ojos, cabello y arrugas faciales. El paso final es incluir el color en la pieza. La duración del proceso depende del tiempo del cráneo, así como su exposición a factores externos como viento, agua y fuego que ha podido corroer el hueso.
El pasado ya no parece tan lejano con esta tecnología, usada en series de televisión con temática policial como CSI. Y es que estos avances científicos son una muestra del poder de la ciencia para traer al presente personajes históricos que solo conocíamos por la literatura.
Comparte esta noticia