Repasamos los casos en los que se registraron atentados contra vestigios históricos de nuestro país.
Un conductor ingresó con su camión a la pampa de Nasca, zona protegida por el Estado, dañando parte de tres de los geogligos de este emblemático vestigio histórico. Por esta razón, el Ministerio de Cultura anunció que presentará una denuncia penal contra el chofer.
Este nuevo atentado contra las Líneas de Nazca, uno de los patrimonios culturales más importantes de nuestro país, ha encendido las alarmas de las autoridades peruanas, con respecto al cuidado de nuestro legado histórico.
Y es que esta no es la primera vez que este u otros vestigios culturales han sido dañados Alrededor de nuestro país, se han repetido muchos otros casos, que tuvieron como autores a compatriotas y extranjeros.
A continuación repasaremos alguno de los atentados a nuestros patrimonios culturales, registrados en los últimos años.
INTIHUATANA
Sucedió en el año 2000, cuando se grababa un comercial para una marca de cerveza. Durante el rodaje, el brazo de una grúa cayó sobre el conocido reloj solar incaico, provocando serios daños en la extensión de un lapicero.
En el 2008, los responsables fueron sentenciados a 4 años de prisión y la empresa fue sancionada con una fuerte suma de dinero.
MURO INCA
En el 2004, dos turistas chilenos realizaron pintas en un muro inca cusqueño, que data del siglo XV. Ellos fueron descubiertos por la policía durante el atentado a estas estructuras de la plaza Nazarenas y de la calle Siete Culebras.
Estos actos se repitieron en el año 2016 y 2017.
CANDELABRO DE PARACAS
Hace dos años, los guardaparques del Sernanp y la Policía de Turismo lograron detener a un grupo de turistas que, a bordo de dos camionetas, se desplazaban sobre una zona silvestre cercana a El Candelabro de la Reserva Nacional de Paracas.
PIRÁMIDE EN HUACA EL PARAISO
Una pirámide con más de 5 mil años de antigüedad, perteneciente ubicada en la huaca El Paraíso en San Martín de Porres, fue destruido. Los arqueólogos responsables de esta zona, señalaron a dos empresas inmobiliarias como responsables de este atentado.
Según informó Rafael Varón, viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura de aquel entonces, los dueños de ambas inmobiliarias se inscribieron como propietarios de esta zona ante los Registros Públicos, pese a que esta fue declarada intangible.
INCAHUASI
En el 2014, el Ministerio de Cultura paralizó una obra que afecto la zona arqueológica de Incahuasi en Cañete. La empresa constructora en cuestión era Consorcio Vial Lunahuaná,
Además de detener los trabajos de construcción, se retuvieron las herramientas y maquinarias pesadas que se utilizaban en esta obra. Las mismas con las que destruyeron un muro inca, causando la pérdida irreparable de parte de estos vestigios arqueológicos.
GREEN PEACE
Los activistas registran dos atentados contra patrimonios culturales de nuestra nación. El primero se dio en mayo del 2008, cuando desplegaron banderolas en contra de los biocombustibles en la icónica ciudadela de Machu Picchu.
El segundo sucedió en el año 2014, cuando dañaron las Líneas de Nasca al colocar un mensaje sobre la Cumbre del Cambio Climático COP20 cerca del Colibrí.
LIMA Y CALLAO
En el 2015, la Contraloría de la República informó que siete sitios arqueológicos de Lima y Callao, declarados Patrimonio Cultural de la Nación, fueron dañados de manera irreversible por las familias que invaden parcialmente estas zonas.
El caso más grave, según detallaron, es el del Morro Solar de Chorrillos, donde 1. 059 km2 fueron invadidos. También se incluyeron a la Huaca Palao (SMP), la Era de Ñaña (Chosica) y Cerro La Regla (Callao), donde hay un alto número de edificaciones de material noble y precario. También figuran Monterrey (Ate), El Naranjal (Los Olivos) y Huaycán Alto (Cieneguilla).
MACHU PICCHU
Un grupo de ‘mochileros’ intentaron llegar a la maravilla mundial utilizando una ruta alterna. A su paso por los sectores de Salapunku, Qhanabamba, Qorihuayrachina, Pampa Kawuana y otros, causaron daños al patrimonio cultural, debido a las fogatas que encendieron para pernoctar.
Además, realizaron pintas en los muros pétreos y tuvieron otras actitudes que no están contempladas dentro de la normativa de visita.
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