El avance de la inflación a nivel global, ante problemas en la cadenas de suministros, podría hacer aún más difícil que las naciones más pobres importen alimentos.
Crece el temor por la inflación. El indicador de precios mundiales de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se elevó un 1.2% el mes pasado, según advierte Bloomberg.
El reciente informe de la FAO indica que el aumento se ve impulsado principalmente por los cereales y los lácteos, pero los precios de los aceites vegetales y la carne disminuyeron.
La situación implica un avance de la inflación, que ya se está disparando en las economías más grandes del mundo y podría hacer aún más difícil que las naciones más pobres importen alimentos.
Esta alza de precios se ha elevado por diversas razones que han afectado las cadenas de suministro, como las malas condiciones atmosféricas que han afectado las cosechas, mayores tarifas de envío, escasez de trabajadores, la crisis energética que viven algunos países y el aumento de precio de los fertilizantes.
Con los altos costos de los insumos para la producción de alimentos y el transporte, la factura mundial de importación de alimentos debería aumentar incluso más de lo esperado a un récord.
Incluso los costos de importación en los países pobres están aumentando más rápido que en las economías desarrolladas, lo que agrava el problema para las regiones que dependen de suministros importados.
Los incremento están evocando recuerdos de alzas experimentadas en el 2008 y 2011 que contribuyeron a crisis alimentarias mundiales.
“Obviamente, esta es una mala noticia para los consumidores”, dijo Abdolreza Abbassian, economista sénior de la FAO.
Esto está generando un dilema político para los bancos centrales sobre la rapidez con la que se deberían retirar las medidas de estímulo.
Recientemente el residente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo que en su próxima reunión se debería discutir si finalizan las compras de bonos unos meses antes, y dejó de referirse a la alta inflación como “transitoria”.
Por ahora la FAO señala que el mercado prevé una desaceleración de la demanda, pero las perspectivas a largo plazo siguen siendo inciertas por los altos costos de los fertilizantes y la posibilidad de que malas condiciones atmosféricas afecten los cultivos.
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