Actor de 'La presencia de Anita' admite culpa por acoso sexual

El actor José Mayer, uno de los más conocidos galanes de las telenovelas brasileñas, fue suspendido por la cadena TV Globo tras admitir su culpabilidad en el asedio a una diseñadora de vestuario de la mayor red de televisión del país.

La red Globo, responsable de decenas de telenovelas brasileñas exhibidas en numerosos países, informó en un comunicado de que suspendió a Mayer por tiempo indeterminado debido a la denuncia de acoso sexual de la empleada Susllem Tonani.

La denunciante. Tonani, de 28 años, acusó al actor de asediarla desde hace unos ocho meses en los estudios de la emisora, inicialmente con elogios que se fueron convirtiendo en cumplidos y propuestas, y dijo que Mayer llegó a tocarla en las partes íntimas sin su consentimiento en un episodio ocurrido en febrero pasado al frente de otras mujeres.

La emisora aseguró que, tras una reunión el pasado domingo con actrices, directoras y productoras que manifestaron su solidaridad para con la víctima del asedio y después de investigar el caso, decidió suspender al actor José Mayer de producciones futuras en los estudios Globo por tiempo indeterminado.

Solidarios. En una nota en la que manifestó su repudio a cualquier forma de falta de respeto, violencia o prejuicio, la red expresó su solidaridad con las empleadas de la empresa que este martes vistieron camisetas con el letrero "Se metió con una, se metió con todas" en una campaña de protesta contra el acoso sexual.

La campaña alcanzó dimensión nacional y la misma frase fue publicada en su cuenta en Twitter hasta por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff.

Disculpas. El propio Mayer admitió su responsabilidad en una carta en la que dijo que se había equivocado y en la que pidió disculpas por su actitud.

"Me equivoqué en lo que hice, en lo que dije y en lo que pensaba. La actitud correcta es pedir disculpas, pero eso no es suficiente. En necesario un reconocimiento público, que hago ahora", aseguró.

Generación machista. El actor agregó que, pese a que su intención no fue la de ofender, agredir o faltarle al respeto a alguien, sus juegos de talante machista superaron los límites del respeto con el que tiene que tratar a sus colegas.

"Tristemente, soy, sí, fruto de una generación que aprendió, equivocadamente, que actitudes machistas, invasoras y abusivas pueden ser disfrazadas de juegos o chistes. No pueden. Aprendí en los últimos días lo que demoré 60 años sin aprender. El mundo cambió. Esos es bueno. Y necesito cambiar junto con él", dijo.