Catalina, que en ocasiones se palpaba su incipiente tripa, apenas perceptible bajo el abrigo entallado de Hobbs, conversó de forma distendida con los vecinos y las autoridades locales.
La esposa del príncipe Guillermo y duquesa de Cambridge, Catalina, lució hoy su embarazo bajo un bonito abrigo marrón durante una visita a la población inglesa de Grimsby, donde cautivó a la multitud con su naturalidad y simpatía.
Catalina, que en ocasiones se palpaba su incipiente tripa, apenas perceptible bajo el abrigo entallado de Hobbs, conversó de forma distendida con los vecinos y las autoridades locales.
Sin perder la sonrisa, la joven, de 31 años, visitó el museo de la ciudad portuaria y un cuartel de bomberos, donde, al mostrársele la barra por donde descienden estos trabajadores, dijo que le recordaba "a una escena de la película de Bridget Jones".
En este filme, basado en una novela del mismo título de Helen Fielding, la protagonista, una periodista televisiva, desciende por la barra para caer torpemente encima de un cámara.
En otro momento, la duquesa departió con las personas congregadas para verla fuera del edificio y compartió unas risas con unas ancianas.
Claire Moss-Smith, de 86 años y paciente de una residencia, le dijo: "Estoy esperando a que seas reina".
Y Catalina respondió: "Tal vez tenga usted que esperar mucho tiempo".
La duquesa y su esposo, el príncipe Guillermo (segundo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido), esperan su primer bebé para julio, tras un comienzo de embarazo problemático, ya que ella tuvo que ser ingresada por severas náuseas.
Aunque de momento se desconoce el sexo del pequeño, el Parlamento británico está legislando para garantizar que el primogénito de la pareja, que se casó en abril de 2011, pueda reinar sea varón o mujer. EFE
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