´Mercedes fue la voz de la libertad´, comentó Fernando Sosa, hermano de la artista, luego de la ceremonia en el cerro San Javier de la provincia de Tucumán.
Familiares de Mercedes Sosa cumplieron con la última voluntad de la recientemente fallecida cantante argentina al esparcir sus cenizas en el cerro San Javier, el sitio en el que solía descansar cuando visitaba Tucumán, su provincia natal (noroeste del país).
"Mercedes fue la voz de la libertad y mucha gente estaba esperanzada en su canto", comentó Fernando Sosa, hermano de la artista, luego de la ceremonia.
El lugar donde fueron arrojadas las cenizas "será como un santuario para nosotros porque vamos a venir a visitarla con frecuencia", señaló antes de considerar que la cantante ha pasado a ser ya "patrimonio de los argentinos y los latinoamericanos".
La caravana que trasladó la urna con las cenizas de Sosa recorrió los
En un sector de la montaña se esparcieron las cenizas y acto seguido un grupo folclórico entonó "Lunita Tucumana" y "Al Jardín de
"A ella le gustaba mucho ir al cerro, porque decía que le renovaba las energías y siempre elegía el mismo árbol para descansar. Por eso decidimos respetar ese ritual", explicó María Belén Sosa, sobrina de la cantante.
"Nuestra única preocupación es que descanse en el mismo lugar en el que solía hacerlo cuando visitaba Tucumán", agregó.
Mercedes Sosa falleció hace nueve días en Buenos Aires a los 74 años como consecuencia del agravamiento de una afección hepática complicada con problemas cardiorrespiratorios.
EFE
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