Estatua de Antonio Aguilar, un homenaje al éxito del inmigrante latino

Antonio Aguilar, recordado como "El Charro de México" por sus logros de inmigrante, es homenajeado por las autoridades municipales de Los Ángeles con una estatua con él a caballo en la Placita Olvera.

"Esto que está aquí atrás de nosotros sí es cierto, tiene un hombre vestido de charro arriba de un caballo; pero lo que realmente representa es que sí se puede", dijo su hijo, Pepe Aguilar, en la inauguración de este homenaje póstumo.

"Lo que realmente representa es que los sueños se cumplen a base de trabajo, orgullo, honorabilidad, respeto por lo que uno conoce y de no hacerse buey (no ser conformista)", agregó.

Nacido el 17 de mayo de 1919 en el pueblo de Villanueva de Zacatecas (México), José Pascual Antonio Aguilar Barraza, conocido como Antonio Aguilar, emigró a Los Ángeles a principios de 1940 en busca de empleo.

El cantautor, que falleció en Ciudad de México en junio de 2007, grabó más de 150 discos con canciones rancheras y actuó en 167 películas, en las que sus roles fueron representar diversos personajes de la cultura rural mexicana, por ello fue identificado como "El Charro de México".

"Antonio Aguilar representa mucho más que la música que cantaba, y este día va a ser muy importante para los latinos, que, como dijo el alcalde (de Los Ángeles), Antonio Villaraigosa, llegamos para quedarnos", aseveró Pepe Aguilar.

Antonio Aguilar hijo explicó que su padre durmió "muchas noches" en una banca de la Placita Olvera, donde ahora se erige su estatua y donde "sufrió mucho de hambre y frío", aunque con su esfuerzo "llegó muy alto".

"Él fue parte de este gran país, él era un hombre que amaba a Los Ángeles", dijo Antonio Aguilar jr. el viernes pasado, cuando el concejo municipal angelino declaró el 16 de septiembre como el día de Antonio Aguilar.

La estatua de bronce, creada por el arquitecto Dan Medina y financiada por la ciudad de Los Ángeles, entre otros, pesa 2.500 libras (1.135 kilogramos), tiene una altura de 13 pies y fue montada sobre una base de piedra de una cantera de Zacatecas.

EFE