Después del escándalo en torno a Harvey Weinstein, el festival de cine de Berlín se inauguró bajo la sombra del #MeToo.
Berlín se vistió de gala para recibir a diversas obras y artistas de todo el mundo en su famosa Berlinale, uno de los festivales de cine más importantes de Europa.
Después del escándalo en torno a Harvey Weinstein, el festival de cine se inauguró bajo la sombra del #MeToo, la campaña internacional contra el acoso sexual y la discriminación en la industria.
"La resonancia internacional del #MeToo (el movimiento #YoTambién) ha dejado en claro rápidamente que el problema no está confinado a Hollywood", dijeron los organizadores en un comunicado.
La Berlinale abrió un debate sobre esta problemática, que incluye mesas redondas sobre, por ejemplo, cómo luchar contra las conductas sexuales inapropiadas en la industria del entretenimiento y cómo aumentar la financiación de las películas producidas por mujeres.
De las 19 películas en competición para el Oso de Oro, cuatro están dirigidas por mujeres. Además, figuran dos películas latinoamericanas: la mexicana "Museo", de Alonso Ruizpalacios y protagonizada por Gael García Bernal y "Las herederas", ópera prima del paraguayo Marcelo Martinessi.
El certamen abrió con la cinta de animación Isle of Dogs del cineasta estadunidense Wes Anderson y protagonizada por Bryan Cranston, Bill Murray, Jeff Goldblum y Greta Gerwig, quienes desfilaron por la tradicional alfombra roja.
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