La recordada actriz de Tootsie, Frances y King Kong presentó en Barcelona la exposición "Unseen" con 111 fotografías suyas en blanco y negro.
La actriz Jessica Lange presentó hoy en Barcelona (noreste de España) la exposición "Unseen", la más amplia organizada en España con su obra fotográfica, actividad que es más que un pasatiempo para ella.
En el marco de la feria del libro de arte y diseño Arts Libris 2015, se presentarán en el Arts Santa Mónica, hasta el próximo mes de junio, un total de 111 instantáneas en blanco y negro de la norteamericana, tomadas siempre con su Leica.
Captadas en México, un país con el que tiene una "conexión muy intensa", su Minnesota natal, Nueva York, Rusia, Finlandia e Italia, son retratos de lo que ve en la calle, fogonazos que le llaman la atención, sin preparar y basados en su instinto.
La cámara la considera una extensión de sí misma y la que lleva nunca es digital, porque entiende que se quedaría "en la superficie", mientras que el papel tiene algo de mágico, por el hecho de que permite "emerger" a las imágenes.
En "Unseen", un concepto que se refiere al hecho de que no se la vea en las fotos, aunque siempre esté detrás, se constata que le gusta ser "anónima, invisible".
Preguntada sobre qué le parece la moda impuesta en todo el mundo de tomarse selfis y colgarlos en las redes sociales, la actriz de Tootsie o Frances dijo, entre risas, que mejor no pronunciarse sobre lo que piensa realmente de ellos.
De toda manera, sí señaló que no puede entender la "fascinación" que sienten muchas personas hacia ellas mismas, algo que es narcisismo puro y que "no tiene nada que ver con la fotografía".
"En la vida me he hecho un selfi. Para mí es un gran misterio todo este nuevo mundo de las nuevas tecnologías y el hecho de colgar fotografías. ¿A quién le importan?", se preguntó.
EFE
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