Finalmente, la bella actriz confesó que recurrió a la toxina para evitar las líneas de expresión en su rostro pero asegura que el resultado no le gustó.
Por primera vez la actriz australiana Nicole Kidman confesó haber usado bótox en su rostro, asegurando de paso que se arrepiente de haberlo hecho.
"Probé el bótox pero no me gustó después el aspecto de mi rostro", declaró la estrella de 43 años a la revista alemana TV-Movie durante la promoción de su película Rabbit Hole en el país germano.
La ganadora del Oscar también confesó que su imagen de mujer fría y distante es en realidad una especie de máscara que la ayuda a no manifestar todas sus emociones. “En realidad soy una mujer muy sentimental”, explicó.
"Soy muy emocional y lloro por las cosas que me afectan. Mi imagen de persona distante viene porque mi madre me inculcó de niña que nadie debe mostrar lo que realmente piensa o siente", dijo. "Tampoco me importa hablar de mis problemas con terceras personas, y cuando ya nada ayuda, rezo", señaló.
Acerca de su nueva película, en la que interpreta a una mujer que pierde a su hijo, aseguró que la afectó terriblemente. "Fue un infierno. Tuve pesadillas y desperté más de una noche sobresaltada y sudorosa. Lloré casi a diario durante el rodaje", contó.
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