Desde el querido Chespirito, pasando por Michael Jackson, hasta llegar a Juan Gabriel. Ellos también se despidieron de este mundo por problemas cardíacos que desencadenaron en un infarto.
Citando un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 17.3 millones de personas murieron en el mundo en el año 2008 como consecuencia de las enfermedades cardiovasculares y se estima que, para 2030, la cifra ascienda a 23 millones de personas al año.
La fatídica lista también la integran personalidades como Christopher Lee, James Gandolfini, Christopher Reeve y Michael Clarke Duncan.