El controvertido sacerdote señaló en una entrevista a una cadena de televisión que uno de sus compatriotas fue quien destapó el escándalo.
El padre Alberto Cutié sigue dando que hablar. En una entrevista concedida a la cadena Univisión, el famoso religioso reveló que los responsables de tomar las fotografías, que destaparon el escándalo donde se le aprecia dándole muestras excesivas de cariño a una mujer, fueron espías cubanos.
"Yo sabía que alguien me estaba siguiendo. Creo que por ser cubano-americano, tenemos la paranoia de que tal vez podría ser alguien de otro país o de otro gobierno, pero me sorprendió saber que era un compatriota mío", aseveró Cutié.
Sin embargo, el portal Miami Herald se aventuró a precisar que el controvertido padre, no le importó que alguien lo siguiera y prefirió lucirse en público con Ruhama Buni Canellis, de 35 años, una madre divorciada que viven en South Beach.
"Ruhama fue quien se dio cuenta de que alguien nos estaba grabando cuando estábamos en la arena. Cuando vi la cámara mi primera reacción fue mantener la calma y preguntarme ¿Qué puedo hacer si ya pasó", manifestó el religioso.
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