La cantante mexicana y su expareja, Nicolás Vallejo-Nájera, intercambiaron duras acusaciones en el jucio por la custodia de su hijo.
Luego de una ruptura tormentosa, a Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nájera, más conocido como Colate, les tocó verse las caras en los juzgados para concretar la custodia de su hijo, Andrea Nicolás. En este primer encuentro en los tribunales, la actriz perdió los papeles.
La última cita era en la Corte de Familia del Condado Miami Dade, lugar donde reside la cantante y donde Colate tiene que quedarse para poder pasar más tiempo con su hijo. Él llego tranquilo, acompañado por su abogado Sandy Becker, pero Paulina decidió acudir con su abogado, su padrastro y un guardaespaldas.
Desde el comienzo del juicio, el ambiente ya estaba cargado y a Paulina se la pudo ver molesta nada más empezar. Interrumpió al juez, George Sarduy, y empezó a hablar en defensa propia. A partir de aquí los ataques hacia Colate no cesaron, dijo que era un mal padre, que no le cambiaba los pañales y que el juez tenía que considerar quitarle el 50% de la custodia.
Subiendo el tono de voz, la cantante alegó que esta semana pasada su hijo ha estado con Vallejo-Najera y que le ha sido imposible poder hablar con su hijo. Que la niñera que se encuentra a su cargo tampoco le responde el teléfono y que normalmente Colate le dice que se vaya, mientras que debería de estar en todo momento con el niño tal y como ordenó la corte.
Lo peor llegó al final. La cantante dijo que le era imposible mantener una conversación con su expareja ya que este le agrede y le insulta, y se reiteró en su versión que el empresario no quería firmar el divorcio porque ella era la inversión monetaria más importante que él había hecho.
Incontables ataques de la mexicana al que fuera su pareja, acusándole de ser un mal padre, de no cuidar de su hijo, de vender entrevistas y vender fotos de su hijo y de montar un circo alrededor de su divorcio, según informa el portal ABC.
Tras tantos ataques hacia su persona, Colate respondió tranquilo, diciendo que ella se había llevado al niño a Marruecos sin su consentimiento ni el del juez, sin las vacunas apropiadas y que las fotos de su viaje han salido publicadas. Que él no tiene que vivir en Miami ya que toda su familia esta en España, pero que lo qué más quiere en este mundo, su hijo, está ahí y es donde quiere estar.
Comparte esta noticia