El quinto en la línea de sucesión al trono admitió que le costó más de 16 años hablar en público sobre Lady Di.
El príncipe Harry de Inglaterra sorprendió al hablar en público por primera vez sobre su madre, la recordada Lady Di. De acuerdo con el quinto en la línea de sucesión a heredar la corona inglesa, estas declaraciones le tomaron más de 16 años. Harry confesó sentirse "muy arrepentido" por mantener un silencio hermético con respecto a cómo se sintió tras la trágica muerte de su madre, Diana de Gales, quien falleció cuando él tenía 12 años y su hermano Guillermo 15.
"Me arrepiento mucho de no haber hablado antes de la muerte de mi madre. Está bien sufrir, siempre y cuando lo expreses. Eso no es ninguna debilidad. Una debilidad es tener un problema y no reconocerlo ni solucionarlo", comentó Harry de Inglaterra durante una entrevista con el exfutbolista de la selección inglesa, Rio Ferdinand, le preguntó sobre el impacto que la muerte de una madre puede tener sobre sus hijos.
La entrevista, difundida en el portal de noticias de la BBC, se realizó en el marco de un evento organizado en el palacio de Kensington para la organización Heads Together, institución que ayuda a personas con problemas mentales y creada por los duques de Cambridge.
"Es fácil mirar a Rio Ferdinand y decir que es un futbolista de éxito y tiene todo el dinero del mundo, pero su mujer murió. Por supuesto que va a sufrir, sin importar el trabajo que tenga", comentó el príncipe. El exfutbolista inglés perdió a su esposa el año pasado víctima de un cáncer.
"Escuchar su testimonio es gratificante, útil y muy educativo", resaltó Ferdinand tras la conversación.
Al final de la presentación, Harry comentó que es necesario que se tenga conciencia de que todo el mundo puede llegar a sufrir un problema de salud mental. “Ya sea que pertenezcas a la familia real, o si eres un soldado, una estrella del deporte, un conductor de una furgoneta, si es padre, madre o hijo. Nadie está a salvo de enfrentarse a un problema mental”, finalizó.
Diana de Gales falleció en un accidente de coche en París el 31 de agosto de 1997 junto a su pareja, el empresario Dodi Al-Fayed.
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