La comediante decidió desafiar los estándares de belleza en Hollywood.
Mientras que sus colegas tratan de bajar de peso, sometiéndose a dietas estrictas y extenuantes rutinas de ejercicios físicos, la actriz Rebel Wilson, a sus 36 años, decidió desafiar estos estándares de belleza impuestos por Hollywood.
Según contó a The Sunday Telegraph, en un momento de su vida subió de peso y sorpresivamente ganó más popularidad al parecer más graciosa. Además, la comediante señaló que padece un desequilibrio hormonal que le produce el efecto de subir de peso, pero que si se propone bajar algunos kilos, lo puede hacer sin problemas.
“Pienso que mi talla es una ventaja, mientras que tantas mujeres lo ven como una desventaja”, señala la actriz que dice aprovechar la situación para consolidarse en su carrera, señala la edición online de El País.
La comediante ya se había expresado sobre el tema el año 2015 cuando declaró a un portal australiano: “A las chicas gordas les va mejor en la comedia. Yo creo que es difícil reírte de alguien que es muy atractivo. Además esa gente no suele tener mucha personalidad”, sentenció.
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