La estrella de la balada pop Sam Smith llegó a México para ofrecer un espectáculo en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
El cantante británico Sam Smith dio hoy muestras de su talento musical y de un repertorio todavía corto pero sólido en México, probando que, a sus 23 años, es ya una de las grandes voces del pop actual.
Con una puntualidad inglesa que agarró desprevenidos a la mitad de los asistentes del Auditorio Nacional de la Ciudad de México, donde no cabía un alma, Smith arrancó el concierto con un sentido "Life support".
Acompañado de tres coristas, teclado, guitarra, batería, bajo y chelo, Smith no ha necesitado de grandes ornamentos para terminar de ponerse a un público ya predispuesto en el bolsillo.
¿Su fórmula? Un escenario prácticamente vacío y con un juego de luces sencillo pero efectista, todo pensando para resaltar, más si cabe, su poderosa voz capaz de alcanzar varias octavas.
La sinceridad que emanan sus letras y una todavía creíble humildad a la hora de interpretar las canciones e interactuar con la grada, a pesar de haber vendido millones de álbumes y ganar cuatro Grammy, han hecho el resto.
Cantó gran parte de su único álbum hasta la fecha, "In the lonely hour", un disco que le sirvió de válvula de escape tras romper con un chico que le "rompió el corazón completamente", recordó.
Ha dicho que hoy ya está recuperado al cien por cien. Incluso que "normalmente es feliz", bromeó, por lo que ha dedicado los temas de su debut, una oda al amor y al desamor de toda clase y condición, a los espectadores.
En el concierto no han faltado baladas como "Leave your lover", la coreada "I'm not the only one", "Lay me down" o "Not in that way".
En estas dos últimas, Smith mostró su lado más vulnerable acompañado solo de un piano de cola y el chelo, en uno de los momentos más emotivos de la velada.
Smith dio pocas concesiones al baile, y solo en canciones como "Restart", en su colaboración 'rompepistas' con el Dj Naughty Boy, "La la la", o en una "Like I can" con abundante percusión, dio razones al auditorio para marcarse unos pasos.
Pero ello poco importó para que se ganara a la audiencia este cantante que creció escuchando soul clásico y a grandes divas del pop y cita como referentes a su coetánea británica Adele o a la fallecida Amy Winehouse.
Esta mezcla de gustos quedó reflejada en el espectáculo, sobre todo en un medley del "Tears dry on their own" de Winehouse con el clásico de la Motown "Ain't no mountain high enough".
Tras estos alardes de gusto musical que Smith fue intercalando a lo largo del concierto, llegó "Money on my mind", una declaración de intenciones que compuso "enfadado" durante la grabación de su debut cuando conoció un productor que "solo estaba en la música por dinero".
El cantante cerró con la versión en acústico del "Latch" que compuso con el dúo británico Disclosure y con "Stay with me", probablemente el tema más recordado del joven artista y que mejor define su percepción del amor en los tiempos modernos; una necesidad constante de buscar un abrazo cálido, aunque no sea siempre del todo real.
A pesar de cancelar hace unos diez días en el festival español DCODE, Smith probó hoy estar en plena forma y listo para su segunda actuación en el Auditorio Nacional este mismo miércoles, también con las entradas agotadas.EFE
Comparte esta noticia