Engañada, dolida y llena de tristeza, simplemente le dijo que era un egoísta. Ella arma sus maletas y quiere irse, pero él le pide que se quede. ´Soy yo el que se va´, le dice.
El drama entre Charito y Lucho llegó a su punto máximo. Los esposos se enfrentan luego de la frustrada boda. Hay mucho dolor, rabia, desilusión, vergüenza y lágrimas entre ellos.
Lucho trata de justificar su ausencia de dos años, tiempo en que decidió vivir al lado de Reina y sus otros hijos, Shirley y Johnny, en Ica. “Nunca dejé de quererte, de amarte”, le dice a Charito quien explota ante semejante justificación.
“¿Esa es tu forma de amar?”, le reclama ella. “Yo estuve sola dos años, dos años en que te pensé muerto y tú estabas con tu otra familia. ¿Por qué volviste?”, le dice.
Lucho responde que al enterarse que se iba a casar, con Raúl, decidió regresar. “Me llené de ira. ¿Cómo me podías haber olvidado en tan poco tiempo? Por eso volví”, añade.
“Para impedir que me casara con Raúl. Debí irme en ese avión”, dice Charito. “Pero no te fuiste porque todavía me quieres ¿o me odias?”, retruca Lucho. “No, no te odio. Simplemente me das asco”, le contesta ella.
Charito intenta terminar de hacer sus maletas pues ha decidido dejar la casa de los Gonzales pero Lucho le dice que será él quien se marchará. “Hazlo por nuestros hijos”, le dice antes de abandonar el cuarto en el que hablaban.
Lucho se encuentra con su madre. “Nos abandonas por segunda vez”, le dice doña Nelly. “Solo espero que algún día todos me perdonen”, responde Lucho antes de irse a vivir solo. Al salir de la casa se cruza con Charito. Solo la mira en silencio y se marcha. También se despide de Pepe y Tito, de Teresita y de Mariano.
“¿Te vas de la casa? Es lo mejor que puedes hacer”, le dice Joel a su padre al encontrarlo en la puerta de la casa. “¿No te vas a despedir de tu papá”, le pregunta Pepe. “No”, es la dura respuesta de Joel.
Grace encuentra a su padre en la puerta de la casa. “Me voy para que puedan vivir tranquilos” Tu mamá ya sabe. Si necesitas algo me llamas al celular. Chau hijita”, dice. Pepe le pide que se despida de su padre y ella se niega.
“¿Qué me vas a decir que soy tu princesita? Avísame cuando hayas encontrado un lugar para quedarte”, es lo único que le dice en una aparente frialdad que se rompe cuando Lucho se aleja. Grace termina bañada en lágrimas abrazada de su tío.
Charito sale de la casa a buscar a su hijo menor en la iglesia y en el camino se encuentra con Raúl quien ya está al tanto de todo. Se quedan mirando. "Ese tipo nos engañó a todos", le dice. "A todos no", dice Charito. "Nunca te quise escuchar fui una tarada. Hubiera sido una buena excusa si hubiera estado enamorada. Perdóname Raúl por no haberte escuchado", le dice. "Pudo haber sido peor. Al menos no te casaste con ese farsante", dice Raúl. Pero llega Zuzú y se queda con "Platanazo". Charito se va a la iglesia a buscar a su hijo.
Lucho se queda en la habitación de un hotel, no responde el celular y llora. Sabe ahora lo que es la soledad.
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