El escritor reveló en su nuevo blog que el argentino, al enterarse que Silvia Nuñez del Arco estaba embarazada, la insultó con adjetivos de alto calibre.
El controvertido escritor Jaime Bayly continúa arremetiendo contra las personas que conforman su entorno. Primero hizo un pedido público para que su ex esposa Sandra Masías y su hija Camila abandonen su casa, luego se retractó y les pidió que se queden y ahora, lo hace contra Luis Corbacho, con quien mantuvo una relación en Argentina.
Bayly resaltó, en su nuevo blog titulado ‘No se lo digas a nadie’, que Luis “actuaba no como un amigo leal sino como una pareja celosa y despechada” luego que descubriera que estaba saliendo con Silvia Nuñéz del Arco.
“Hace dos meses, Luis se enteró de que Silvia estaba embarazada de mí. Su primera reacción fue amable, pues me escribió diciendo que compartía nuestra alegría. Pero desde entonces, y una vez que me mudé a Miami, se dedicó a intrigar telefónicamente contra Silvia, llamándome para decirme que yo debía vivir solo en Miami y que Silvia debía quedarse en Lima y tener al bebé en Lima”, escribió.
Bayly comenta también que Silvia pasó unos días con él en Miami, pero al enterarse Luis de esto, pidió viajar a verlo, hecho que prefirió evitar el escritor, sin imaginar la venganza que tomaría el joven argentino.
“Fui yo quien decidió que no quería verlo. Por consiguiente, si estaba ofuscado, debió insultarme a mí. Pero no: cobardemente, Luis le escribió un comentario anónimo al blog de Silvia. Textualmente, escribió: "El embrujo que me hiciste ya venció y ahora la maldición caerá sobre ti y tu podrida barriga, p.. de m…". Delicado, el muchacho”, añadió.
Al encararlo por tan cobarde actitud, el joven continúo con los insultos contra ella y el escritor peruano, quien indicó que “durante ocho años, no vivió conmigo, pero sí vivió de mí, y sin privarse de nada”.
Culminando el post, Bayly precisa que Luis se retiró el departamento y entregó las llaves al portero y huyo a España “aterrado de que yo contratase a un par de matones que le partiesen la cara en Buenos Aires. Que no se sienta tan a salvo en Madrid, que tengo allá algunos amigos patibularios que podrían partirle las rodillas”.
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