´El Francotirador´ señaló, a través de su columna del diario ´El Nuevo Herald´, que "lo que le queda por vivir tal vez sea poco si no consigue un donante de hígado".
Las sorprendentes revelaciones que Jaime Bayly da, a través en su columna en el diario "El Nuevo Herald", siguen abrumando a sus seguidores. Y es que el conductor de "El Francotirador" dejó entrever que sufre de un mal hepático que podría costarle la vida.
"Por lo visto (y nada de esto estaba en mis planes antes de que mi hígado empezara a cansarse de mí), solo me van quedando Lima y Bogotá para vivir lo que me quede por vivir (que tal vez no será poco si consigo donante de hígado), para escribir lo que tengo que escribir y para caminar de noche cuando los que trabajan duermen", detalló el periodista en su nuevo escrito.
Asimismo, el autor de "No se lo digas a nadie" añadió que nunca le gustó vivir lejos de sus hijas porque las extraña mucho.
"Cuando las abrazo y las veo sonreír y quedo absorto contemplando su belleza, siento que es estúpido seguir viviendo lejos de ellas, viéndolas solo los fines de semana, siento que el único país en el que quiero vivir son las calles donde vivan ellas, donde pueda verlas todos los días, todos, donde pueda caminar. Cada día sin verlas sonreír es un día perdido en un país equivocado", agregó.
"Por lo visto (y nada de esto estaba en mis planes antes de que mi hígado empezara a cansarse de mí), solo me van quedando Lima y Bogotá para vivir lo que me quede por vivir (que tal vez no será poco si consigo donante de hígado), para escribir lo que tengo que escribir y para caminar de noche cuando los que trabajan duermen", detalló el periodista en su nuevo escrito.
Asimismo, el autor de "No se lo digas a nadie" añadió que nunca le gustó vivir lejos de sus hijas porque las extraña mucho.
"Cuando las abrazo y las veo sonreír y quedo absorto contemplando su belleza, siento que es estúpido seguir viviendo lejos de ellas, viéndolas solo los fines de semana, siento que el único país en el que quiero vivir son las calles donde vivan ellas, donde pueda verlas todos los días, todos, donde pueda caminar. Cada día sin verlas sonreír es un día perdido en un país equivocado", agregó.
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