"No he hablado para nada con él. Creo que es consciente de algunas malas decisiones y sabe lo que yo pienso al respecto. Le deseo lo mejor", declaró Tapia.
Vergüenza ajena. Jessica Tapia confesó que sintió pena cuando vio a su expareja, Álamo Pérez-Luna, conduciendo el programa Vidas extremas, en estado de ebriedad.
“¿Qué sentí cuando lo vi conducir ebrio ante cámaras? Conmovida y apenada, y no solo por él, sino por su compañera Mariella Patriau que pasó momentos incómodos al conducir a su lado. No he hablado para nada con él. Creo que es consciente de algunas malas decisiones y sabe lo que yo pienso al respecto. Le deseo lo mejor”, dijo Tapia al diario Perú 21.
De igual forma, Jessica aclaró que no terminó con Álamo por su presunto problema de alcoholismo.
“No voy hablar mucho del tema. Él sabe los motivos del por qué nos separamos y todo el esfuerzo que hice para que la relación funcionara”, agregó la periodista, quien el último sábado bailó con Aldo Miyashiro, en la secuencia ‘El desafío’, de El Gran Show.
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