El conductor de "El Reventonazo de la Chola" se mostró preocupado por la difícil situación económica de Yola Polastry y el resto de artistas peruanos afectados por la pandemia de la COVID-19.
Hace unos días, Yola Polastry anunció que la pandemia ha afectado su economía hasta el punto de obligarla a vender su casa. Por ello, tras enterarse de esta situación Ernesto Pimentel no dudó en expresar su apoyo a la animadora infantil durante estos momentos difíciles.
El conductor de “El Reventonazo de la Chola” aseguró al diario Trome que la popular ‘Chica de la Tele’ es “uno de los más grandes referentes” de la pantalla chica y el arte peruano, y de ella resaltó su “contribución como educadora, como persona que ha entretenido”.
Seguidamente, el artista recalcó su cariño por Polastry, a quien le deseó una pronta recuperación financiera. “Yo la quiero y la respeto. Espero que esto pase para ella, porque es una mujer que tiene mucho más para dar”, dijo.
La complicada situación de Polastry dio pie para que Pimentel se refiriera a los artistas que en medio de la crisis sanitaria pasan por penurias económicas. “Me preocupan los músicos, los técnicos de sonido, los vestuaristas de todos los que forman parte del tinglado del entretenimiento”, indicó.
SER PADRE EN MEDIO DE LA PANDEMIA
La preocupación de Ernesto Pimentel por quienes se dedican al arte en el país también le hizo tomar en cuenta la carta que Susana Baca le envió al presidente Francisco Sagasti, donde le pedía una ayuda económica para los artistas durante la pandemia del nuevo coronavirus.
“Por supuesto [estoy de acuerdo con Susana Baca]. Susana no solo es mi amiga, sino que es una mujer inmensa, sensible y, desde su sensibilidad, te aseguro que no está pidiendo por ella, sino por todos los demás”, apuntó.
Por otro lado, el presentador de televisión reflexionó en torno a su rol como padre en medio de la crisis sanitaria. “Es un desafío para ser mejor persona cada día, para tratar de poner las cosas en su real dimensión”, indicó.
Según Pimentel, pese a ser un apasionado de su trabajo, es necesario “revisar nuestras prioridades y en ellas ubicar a nuestra familia y nuestros afectos”. “Y no poner límites a nuestros sueños y capacidades”, puntualizó.
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