La duodécima jornada del Apertura no estuvo marcada por los buenos goles, más bien por las constantes broncas que se dieron en los campos del balompié nacional. ¿Qué está ocurriendo?
El fútbol es un deporte de contacto y generalmente hay roces que no van más allá de los campos de juego, sin embargo es extraño que una jornada esté marcada por broncas en casi todas las canchas.
MELGAR vs. VALLEJO: Un directivo agredió a un jugador
Luis Cardoza (César Vallejo) y Leao Butrón (FBC Melgar) tuvieron una bronca previa, la misma que generó al final del partido un conato mayor donde apareció como protagonista lamentable el gerente deportivo de los ´Poetas´ Jean Ferrari, que tras un empujón del ariete ´Dominó´ Bernardo Cuesta, devolvió un puñete.
INTI GAS vs. SAN MARTÍN: Jugadores retenidos por una turba
El choque entre ´Gasíferos´ y ´Santos´ fue muy violento, tanto así que al inicio del juego se fueron expulsados Fernando Oliveira (Inti Gas) y Benjamín Ubierna (San Martín) por un conato de bronca.
Ya en el tramo final, Mario Villasanti le cayó encima a Carlos Ascues y el jugador de San Martín irresponsablemente le propinó un fuerte empujón que le valió la roja.
Julio César Uribe, entrenador de San Martín, tuvo fuertes palabras para Carlos Orejuela y eso generó mucha bronca en la afición ayacuchana que atacó el bus de los de Santa Anita y se atrincheraron para evitar la salida de los jugadores que permanecieron una hora y media luego del partido en las instalaciones del estadio Ciudad de Cumaná.
UNIVERSITARIO vs. SAN SIMÓN: Una barra cargada de violencia
Las dos facciones de la barra norte de Universitario tuvieron problemas con la Policía antes y durante el partido con San Simón.
Para calentar más a los hinchas, José Del Solar, técnico de Universitario, le reclamó de forma airada al árbitro Fernando Legario por un penal dudoso que no fue cobrado y seis minutos más de adición en el duelo ante los moqueguanos.
SPORTING CRISTAL vs. SPORT HUANCAYO: Rossel y un gesto lamentable
Víctor Rossel salió cambiado del choque que ganaba su equipo por 2-1 y al recibir insultos de la tribuna hizo gestos obscenos.
Eso enardeció más a la barra celeste y cuando Rossel se despedía de la banca rimense, el portero Diego Penny fue a tomar del cuello al jugador calentando más el compromiso.
Ya sea por la importancia de los puntos, la calentura del partido o demás temas, un futbolista no puede perder el control y generar la violencia, uno de los grandes males del balompié nacional.
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