River Plate debía jugar este domingo con Banfield, pero le impidieron utilizar su campo de entrenamiento como escenario del partido.
La polémica del día estuvo en la suspensión del encuentro entre River Plate y Banfield, previsto para el domingo pero postergado al martes por la noche, por el desacuerdo entre la Liga Profesional, que le exige al club de la banda roja jugar en un estadio habilitado, y el cuadro millonario, que pretende ser local en su campo de entrenamiento en Ezeiza (35 km al sur de Buenos Aires).
River Plate comenzó hace un par de meses las refacciones en el campo de juego del estadio Monumental, que estará sin usarse hasta febrero próximo, y para este certamen, que se juega sin público, hizo mejoras en su predio de prácticas, con la intención de jugar los partidos del torneo local allí, mientras que para la Copa Libertadores utiliza la cancha de Independiente.
Sin embargo, desde la Liga Profesional, organizadora del torneo, no avalaron esta decisión y emplazaron a River a jugar en un estadio habilitado, una situación que obligó a la postergación decidida este sábado, aunque el club 'millonario' insiste en querer jugar en su propio predio.
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