Arqueros peruanos saben lo que es tapar penales ante grandes cracks

Con el penal que le atajó este martes al afamado golero brasileño Rogério Ceni, el joven portero de la 'U', Luis Llontop, se ganó un lugar no solo en la memoria del hincha crema sino en la historia del fútbol peruano.

Así como él, otros arqueros nacionales también han disfrutado anteriormente el rico sabor que les deja el ahogar el grito de gol a grandes definidores.

Hace 32 años el golero Ramón Quiroga, argentino nacionalizado peruano, se metió al corazón de la hinchada nacional al taparle un penal al volante Masson de Escocia, en el recordado triunfo de Perú por 3 a 1 en el Mundial de Argentina 1978.

Quince años después, en 1993, Miguel Miranda se lució en la Copa América de Ecuador al atajarle un penal a Iván Zamorano en la victoria de Perú sobre Chile por 1 a 0.

Cuatro años más tarde, por las eliminatorias para Francia 1998, el uruguayo nacionalizado peruano, Julio César Balerio, se lució en el estadio 'Centenario' de Montevideo al taparle un penal al 'Príncipe' Enzo Francescoli.

En las eliminatorias para el Mundial Japón Corea 2002, las cosas empezarían de buena forma para Perú. En el debut ante Paraguay, jugado en el Estadio Nacional, la selección ganó 2 a 0 y el 'Chorri' Palacios se metía al corazón de la hinchada con el recordado polo  del 'Te Amo Perú'.

Más perfecta no pudo ser esa noche ya que el arquero peruano Óscar Ibáñez le tapó un penal a José Luis Chilavert, quien tuvo que regresarse a su país masticando su bronca.

Ibáñez volvió a ser protagonista cuatro años después con la casaquilla de Cienciano, en aquella inolvidable final de la Recopa ante Boca Juniors.

En la definición por penales, el uno imperial se lució atajando dos disparos, uno de ellos a Carlos Tévez, figura del cuadro argentino. Gracias a Ibáñez, Cienciano alzó dicho trofeo.