Para la FIFA estas elecciones no tienen valor alguno si antes no se compatibiliza la nueva Ley del Deporte con el estatuto de dicha institución y su modelo de elecciones.
Por Efraín Trelles.-
Las elecciones para la nueva junta directiva de la Federación Peruana de Fútbol se encuentran convocadas, con comité electoral instalado y algunas candidaturas en marcha. Allí está el lanzamiento de Freddy Ames, se piensa que Alberto Tejada podría estar también en el partidor y en los últimos días ha habido acercamientos de diversos sectores que han encontrado en la persona de Luis Vargas Hornes, exitosos past presidente de la FPF, una alternativa viable. Al frente y jugando al misterio, se encuentra Manuel Burga
Pero la verdad es que para la FIFA estas elecciones podrían tranquilamente no tener valor alguno si antes no se compatibiliza la nueva ley del deporte con el estatuto FIFA y su modelo de elecciones. En tal sentido, lo que todos quieren ignorar es que con fecha 4 de noviembre fue entregada a la oficina de la Comisión de Educación, con cargo a Zenaida Uribe, un pedido concreto firmado por los señores Alarcón, Calle, Mesías y Duarte. Como se sabe, estos últimos tienen mandato de las bases para armonizar la ley peruana con las normas FIFA.
El problema es que todavía no hay respuesta. Si viene el día de la Asamblea de Bases se exhibió un documento en el que algunos congresistas aseguran que no habrá conflicto entre la ley peruana y la norma FIFA, para el entidad rectora del fútbol mundial esa carta no tiene validez alguna y lo único que podría zanjar el tema es la modificación de la ley peruana.
El pedido concreto alude a la revisión de un solo artículo, el numeral 44 de la ley del deporte. Se propone una nueva redacción que diga así: “En las federaciones nacionales donde hay actividad profesional estas se rigen por las normas de su Federación Internacional y la Carta Olímpica”. Semejante fórmula es una copia de la mayoría de leyes en los países e la región y representa la única modificación solicitada. Vale decir que mantendría su vigencia la norma que permite investigar el uso de fondos del estado que hubieran sido asignados a determinada federación.
Así estamos, en consecuencia, con algún precandidato todavía en el aire y camino a unas elecciones que Burga está obligado a proseguir, poco mandato de sus bases, pero que serán de poca utilidad si la FIFA no ve un cambio en la ley. Adicionalmente, los enterados señalan que en un año electoral ningún congresista se prestará para ayudar al gobierno y sacarle las castañas del fuego.
Hasta el momento en el Congreso la respuesta es digna de cualquier tradición de Ricardo Palma: no se oye padre. Pero si no hay arreglo desde el parlamento, el final será uno solo y lo entonará la Fifa: ¡al rincón quita calzón!
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