El equipo del delantero peruano Claudio Pizarro, que no jugó por lesión, obtuvo un nuevo triunfo con goles de Ribery y Götze.
Bayern Munich derrotó por 2-0 al Roma, con goles de Franck Ribery y de Mario Götze, con lo que se aseguró el primer lugar de su grupo en la Champions League, a falta todavía de dos jornadas.
El Roma salió al campo en claro plan de cerrarse en defensa y buscar posibilidades del contragolpe. El Bayern -sin Arjen Robben, baja de última hora por lesión pero con Franck Ribery- respondió con paciencia, haciendo circular la pelota buscando espacios y sin precipitarse en buscar la definición.
Dentro de esa tónica se presentó un partido escaso en llegadas claras. Tuvieron que pasar 18 minutos para que se diera algo parecido a una ocasión de gol cuando Torosidis se atravesó en última instancia en un remate de Juan Bernat que llevaba sello de gol.
Después vinieron un par de remates desde lejos, de Philipp Lahm y David Alaba, hasta que en el minuto 38 Ribery inició y culminó una jugada que desatascó el compromiso.
Del lado del Roma sólo hubo para registrar un balón largo para Naingolan, que se tiró dentro del área, buscando un penalti al ver que no llegaba al balón ante la salida de Neuer.
El francés, desde el medio campo, le metió primero un balón a Alaba en la banda izquierda y luego corrió al área para recibir el centro de su compañero y definir de pierna derecha mientras los centrales del Roma trataban de seguir a Lewandowski.
Pese al gol en contra el Roma siguió con su planteamiento inicial y el Bayern seguía monopolizando la pelota y sitiando el área. Para el Roma, tras el 1-7 encajado en la ida, la divisa parecía ser evitar a toda costa otra goleada de escándalo
El segundo gol del Bayern llegó en el 64, con un remate desde corta distancia de Mario Götze que aprovechó un centro desde la izquierda de Lewandowski.
Con ello el partido quedó sentenciado. Guardiola se dio el lujo de enviar a descansar a Xabi Alonso en el minuto 72. Del lado del Roma, Rudi García envió al campo a Gervinho en el minuto 74, que le dio un poco más de poder ofensivo al equipo italiano pero ya era demasiado tarde.
El Bayern estuvo más cerca del tercero que el Roma del descuento y tal vez si hubiera decidido apretar el acelerador el partido hubiera podido terminar en goleada.
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