El entrenador de la selección brasileña ha guardado bajo siete llaves sus inicialistas en la previa de los cuartos de final del Mundial.
El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, mantuvo el misterio sobre la formación titular que empleará el viernes en el partido de cuartos de final del Mundial frente a Colombia y alimentó así las conjeturas que apuestan, al menos, por tres cambios.
La selección brasileña de fútbol entrenó con todos sus jugadores en el viejo estadio Presidente Vargas, de Fortaleza, en la última práctica de cara al partido por los cuartos de final del Mundial 2014 ante Colombia.
Los jugadores cumplieron ejercicios leves durante el entrenamiento en el estadio Presidente Vargas, de Fortaleza.
Neymar se movió con el grupo, aparentemente ya recuperado de la molestia muscular que tuvo durante el partido de octavos de final contra Chile.
El zaguero David Luiz, con dolores en la espalda, y el creativo Oscar, con una pequeña inflamación, también se entrenaron con normalidad, lo que en apariencia despeja las dudas sobre bajas en plantillas por problemas físicos.
Los brasileños se entrenaron en el estadio Presidente Vargas, para que el césped del Castelao sea preservado para el partido del viernes. Colombia tampoco realizó el habitual entrenamiento de reconocimiento y realizó sus trabajos en las canchas de la Universidad de Fortaleza (Unifor).
El técnico Luiz Felipe Scolari no dio señales de la probable nómina titular, en la que se da como un hecho que Paulinho tomará el lugar del sancionado Luiz Gustavo, mientras que las dudas pasan por el lateral derecho y el atacante Fred.
En Teresópolis, donde Brasil tiene montado su cuartel, Scolari utilizó como lateral derecho en las prácticas al habitual titular Daniel Alves y a Maicon y la otra variante utilizada fue la salida del atacante Fred y el ingreso del zaguero Henrique.
En el ensayo de las prácticas con Henrique, como tercer zaguero, y la salida de Fred, Neymar se adelantó más en el ataque de Brasil.
Una gran cantidad de hinchas brasileños estuvo en las afueras del estadio con la esperanza de entrar y ver la práctica, pero Scolari fue hermético y el equipo trabajó la mayor parte a puertas cerradas.
Sólo un grupo de trabajadores de un edificio vecino que está en construcción pudieron observar el entrenamiento completo de los muchachos de Scolari.
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