La jefa de Estado en Brasil quiere estar con la gente y medios de comunicación, por eso indicó que no alentará a Argentina o Alemania en la final del Mundial.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo que, como jefa de Estado del país anfitrión del Mundial, se ve obligada a mantener el "fair play" y que por ello no hinchará ni por Argentina ni por Alemania, que disputarán la final el domingo.
"Tengo que ser absolutamente neutral", explicó Rousseff en un encuentro con corresponsales extranjeros, entre ellos Efe, celebrado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
Aunque se le preguntó sobre el asunto por activa y por pasiva, la presidenta no dio el brazo a torcer y no aportó ninguna pista sobre sus preferencias para una final en la que estará ausente Brasil, eliminado por una soberbia Alemania que le goleó 7-1 en semifinales.
Consciente de que la rivalidad histórica entre Argentina y Brasil lleva a muchos brasileños a hinchar por Alemania, Rousseff dijo que si el próximo domingo le tiene que entregar la Copa del Mundo al capitán argentino, Lionel Messi, sus compatriotas comprenderán.
"Los brasileños son muy maduros y saben que tenemos la misma obligación con todos los equipos", declaró la presidenta, quien asistirá al partido, en el estadio Maracaná, junto a la canciller alemana Ángela Merkel y otros diez jefes de Estado.
Rousseff explicó que la presidenta argentina, Cristina Fernández, le escribió una "muy atenta carta" en la cual se excusó de asistir a la final, debido a que padece una faringolaringitis aguda severa.
EFE
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