Víctima mortal fue alcanzada por un tiro en la cabeza tras una riña entre hinchas del Galatasaray y el Fenerbahçe.
El final de la Superliga turca ha acabado con un balance violento: un muerto por un disparo, 36 heridos y más de 70 detenidos en varias ciudades del país, según el recuento que ofrece la prensa turca.
El partido del sábado entre el Galatasaray y su eterno rival, el Fenerbahçe, el derbi del fútbol turco, provocó violentos enfrentamientos desde antes de arrancar el juego, y los disturbios continuaron el domingo en diferentes ciudades del país.
La víctima mortal, un hombre de 40 años, fue alcanzado por un tiro en la cabeza, en un tiroteo tras una riña entre partidarios de ambos clubes en la ciudad de Giresun, en el noreste de Turquía, informa la emisora NTV.
En Estambul, donde se disputó el partido que acabó 0-0, pero que confirmó al Galatasaray como campeón de la Liga, hubo 36 heridos y 47 detenidos, además de producirse daños en nueve coches de la policía, seis ambulancias y un vehículo de bomberos.
Tras el partido en el estadio de Sükrü Saracoglu, en la parte asiática de Estambul, la policía intervino con gas lacrimógeno para despejar el césped, donde los hinchas se enfrentaban mientras que al menos dos coches de policía fueron volcados e incendiados en las inmediaciones.
El gobernador de Estambul, Avni Mutlu, ha defendido la intervención policial y el empleo de gas lacrimógeno, criticado por muchos medios, que señalaban que "utilizar las porras habría sido peor", según recoge NTV.
También en la céntrica plaza de Taksim hubo riñas multitudinarias entre seguidores del Galatasaray y un grupo de seguidores del equipo griego Panathinaikos.
Durante el domingo, con el Galatasaray celebrando su 18ª victoria de la Superliga, la tensión seguía en algunas partes del país.
Los 36 detenidos en Estambul aparecerán hoy ante el juez, y al menos otros 29 en las localidades de Izmit y Kayseri serán citados para responder de daños a cuatro vehículos policiales.
EFE
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