El torneo continental también estuvo en el ojo de la tormenta por el grave escándalo que terminó con siete dirigentes de la FIFA detenidos en Zurich.
La Copa América de Chile 2015 también se vio salpicada por el grave escándalo que terminó con siete dirigentes de la FIFA detenidos en Zurich, bajo cargos de corrupción y fraude.
Según un documento de la Fiscalía estadounidense, los sobornos a varios dirigentes de la Conmebol fueron pagados por Datisa, una firma creada para unir los intereses comerciales de las empresas Traffic, Torneos y Competencias y Full Play en 2013, cuando se confirmó la celebración de la Copa América Centenario, a jugarse en Estados Unidos en 2016.
Según la Fiscalía estadounidense, "Datisa acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos a oficiales de Conmebol y también de la FIFA, a cambio del contrato de Copa América: Veinte millones por la firma del contrato y veinte millones por cada una de cuatro ediciones del torneo (2015, 2016, 2019 y 2023)".
"Cada pago de 20 millones fue dividido en sobornos de esta manera: Tres millones para cada uno de los 'top' oficiales de Conmebol: el presidente de la Confederación y los presidentes de las Federaciones de Brasil y Argentina, y 1,5 millones de dólares a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de Conmebol".
Adicionalmente, hubo otros 500 mil dólares "para un undécimo oficial de Conmebol", sostiene el documento, que menciona entre quienes solicitaron o recibieron sobornos a Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, Nicolás Leoz y José María Marín, más cinco de los "cómplices" cuyos nombres no se revelan, y otros dirigentes.
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