El poder ejecutivo de Egipto tomó la medida radical de suspender el fútbol de dicho país por los 22 hinchas que murieron en un enfrentamiento con la policía.
El campeonato de fútbol de Egipto fue suspendido por tiempo indefinido tras la muerte de 22 aficionados en enfrentamientos con la policía fuera de un estadio de El Cairo.
El ejecutivo anunció la medida luego de que la policía antimotines se enfrentó a cientos de hinchas de fútbol disparando gas lacrimógeno para despejar un estrecho acceso al recinto deportivo, provocando una estampida.
Egipto ya suspendió la competición en 2012 cuando 74 personas fallecieron en disturbios en un juego en Port Said.
La violencia originó una amplia indignación contra la policía y el consejo militar de transición que entonces gobernaba el país luego del derrocamiento de Hosni Mubarak en el 2011.
Los incidentes del domingo constituyen un nuevo golpe a los esfuerzos del gobierno de proyectar una imagen de estabilidad después de cuatro años de agitación política.
Hacía poco que los aficionados recibieron luz verde para regresar a los estadios, aunque las autoridades siguen limitando el número de asistentes.
La fiscalía pública de Egipto ya ordenó una investigación en torno a los sucesos.
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