El cuadro genovés perdió de local 4-1 con el Siena, y sus hinchas en señal de protesta le pidieron a sus jugadores que se quiten las camisetas.
Transcurrían los 40 minutos del choque entre el Génova y el Siena, y el cuadro "Grifone" perdía por 3-0 en el estadio Comunale Luigi Ferraris, los hinchas indignados ocasionaron disturbios y tiraron bengalas al campo de juego.
Pero este no fue el único acto violento que ocasionaron los fanáticos del Génova, ya que se apostaron cerca a los vestuarios del estadio y amanezaron a sus jugadores exigiéndoles que se quiten las camisetas.
El capitán Marco Rossi, así como Giuseppe Sculli intentaron calmar a los tifosi que estaban descontentos con la campaña del cuadro de Alberto Malesani.
Muchos jugadores optaron por obedecer a la hinchada y sacarse la indumentaria, sin embargo el momento de angustia que padecieron muchos de ellos puso nerviosos a Sculli y Giandomenico Mesto que lloraron en el centro del campo.
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