Luego de perder la Supercopa italiana y en el inicio de la liga italiana ante el Palermo por 4-3, el cuadro nerazurro cayó en su debut en la Liga de Campeones 2011-2012 ante el equipo turco Trabzonspor.
El Inter de Milan volvió a demostrar todas sus debilidades en este inicio de temporada ya que después de perder la Supercopa italiana y contra el Palermo en el inicio del campeonato italiano, cosechó su tercera derrota al dejarse sorprender por los turcos del Trabzonspor.
El Inter de Gian Piero Gasperini hizo muy poco para poder adelantarse en el marcador y solo el argentino Diego Milito, quien entró en el segundo tiempo en sustitución de Gianpaolo Pazzini, intentó poner calidad al partido, pero además un nuevo error en defensa hizo que sus adversarios se hiciesen con la victoria.
Los turcos no habían hecho nada para merecer una victoria y se limitaron a esperar a sus adversarios esperando en conservar un empate, pero en el minuto 76 Altintop recogía un balón en el área y con un gran tiro lo estrellaba contra el travesaño. El esférico lo recogía Celutska ante una defensa interista que dormía y batía a un sorprendido Julio Cesar.
Como estaba previsto, después de perder contra el Palermo por 4-3 en el inicio del campeonato, Gasperini, optó por una defensa con cuatro hombres con Samuel en el banquillo, pero ni aun así le salieron bien las cosas.
Dejó al argentino Diego Milito en el banquillo y puso en el campo a su compatriota Mauro Zárate junto con el internacional italiano Gianpaolo Pazzini, mientras que Dejan Stankovic fue baja al última hora.
Mientras que el entrenador turco Senol Gunes salió sin pretensiones y puso a Paulo Henrique come única punta.
"El Príncipe" Milito protagonizó la primera ocasión de su equipo en el segundo tiempo cuando el minuto 62, tras driblar a su marcador, cruzó un balón que se paseó por el área sin que ninguno de sus compañeros la aprovechase.
En el minuto 72, Milito con toda la puerta por delante disparó a bocajarro al portero, quien detuvo un balón que parecía imposible que no entrara en la portería.
En la jugada siguiente, siempre "el Príncipe" cabeceó el esférico por encima del larguero, erigiéndose así el hombre más peligroso del Inter.
Sin embargo, en el mejor momento del Inter, la falta de puntería castigó a los italianos y un despiste de la defensa permitió el gol de Celutska.
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