El equipo de Ancelotti necesitaba recuperarse de la crisis de resultados y encontró en Basilea al rival perfecto para golear.
El Real Madrid firmó una goleada balsámica en su estreno europeo, que calma la ansiedad de su crisis de resultados, y vapuleó a un endeble Basilea (5-1) en un nuevo juicio al portero Iker Casillas, silbado por un sector del Santiago Bernabéu y ovacionado por la mayoría.
Nadie frenó en su día la campaña de descrédito que sufrió Casillas y ya es tarde para remediarlo. En pleno terremoto el Real Madrid se insufló una dosis de confianza que le hacía falta. El Basilea era rival idóneo para resucitar.
La fase defensiva es capítulo aparte. El equipo de Carlo Ancelotti sigue partiéndose y es lento en el repliegue. Pero en la primera noche europea los goles maquillaron todo.
EFE
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