El portero del Pachuca además de cumplir como un gran profesional fue una excelente persona que le gustaba apoyar a los más necesitados.
Miguel Calero falleció esta tarde luego de sufrir un doble episodio de trombosis cerebral y se convirtió en un ícono para el Pachuca de México.
El colombiano siempre estuvo dispuesto a ayudar a los más necesitados, a los niños siempre les daba mensajes optimistas y de superación.
Tal es el caso de un niño afectado de leucemia que recurrió a su ídolo para pasar un rato ameno, quedando como frase, sonreír siempre ante la adversidad.
Miguel Calero deja un vacio en la hinchada del Pachuca que recuerda sus notables tapadas que le valieron a los "Tuzos" conquistar campeonatos en la Concacaf y la Conmebol.
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