Real Madrid ya está en la capital marroquí para participar en el Mundial de Clubes. Aquí te dejamos las mejores imágenes del equipo de Ancelotti en su llegada a Rabat.
El Real Madrid, en plena racha histórica de triunfos, intentará dar su primer paso hacia el broche perfecto a un 2014 en el que conquistó su ansiada décima Copa de Europa en las semifinales de un Mundial de Clubes que nunca ganó, pero, para conseguirlo, tendrá que superar la ilusión del Cruz Azul y su deseo de reivindicar México.
El Mundial de Clubes arranca para un Real Madrid con mentalidad ganadora que se ha marcado el objetivo de conseguir por primera vez el trofeo que falta en sus vitrinas.
Desde el cambio de formato de la Intercontinental, que ganó en tres ocasiones, su única participación en el Mundial de Clubes, en 2000, le dejó un sabor amargo en la etapa de los "galácticos" y una imagen que corregir.
No llegarán a tiempo el colombiano James Rodríguez ni el alemán Sami Khedira. Dará continuidad a la brillantez de Isco Alarcón jugando más retrasado y a Asier Illarramendi, que se ha reivindicado para disfrutar de su gran oportunidad en un torneo de prestigio.
Vuelve a liderar la defensa Sergio Ramos, descansado tras cumplir un partido de sanción en la Liga de Campeones y otro en la Liga, y el equipo tipo de Ancelotti no se trastocará, buscando la final con un tridente ofensivo que intimida: Cristiano, Gareth Bale y Karim Benzema.
Esa barrera la quiere traspasar el Cruz Azul para convertirse en el primer conjunto mexicano en alcanzar la final del Mundial de Clubes de la FIFA. Para ello, tendrá que superar el mejor de sus niveles, jugar un partido perfecto que anule las poderosas armas madridistas y olvidarse además del cansancio acumulado.
El Cruz Azul afrontó el Mundial de Clubes como la perfecta ocasión para reivindicarse. El fútbol siempre ofrece posibilidad de revancha y, tras un Torneo Apertura 2014 para el olvido, en el que no llegó ni a la liguilla, y su mal camino en la actual temporada, un triunfo ante el poderoso Real Madrid dejaría en el olvido las desilusiones.
EFE
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