El atacante holandés marcó los dos goles en la victoria de su equipo ante el Borussia Dortmund por la Champions League. El descuento lo hizo Kagawa.
Dos goles del holandés Robin Van Persie dieron el triunfo al Arsenal, que además asegura el pase a octavos como líder del grupo, frente a un Borussia Dortmund lastrado por las lesiones, que queda pendiente de un milagro en la última jornada.
El actual campeón de la Bundesliga, que llegó a Londres eufórico tras derrotar al Bayern, precisa golear en Alemania al Marsella, por más de tres tantos y que el Olympiacos pierda ante el Arsenal. Una misión más que complicada.
En el Emirates mientras, se desató la euforia gracias a la nueva condición de líder de Van Persie.
Traspasado Cesc, con Henry como lejano recuerdo y espectador en la grada junto a Roger Federer, le toca a Van Persie cargar, no solo con el brazalete, sino con la mayoría de las esperanzas de los "gunners", en una temporada que pintaba mal al comienzo de curso y empieza a enderezarse.
Y el holandés parece haberlo comprendido. Es la referencia ofensiva, el que aparece en el momento oportuno para liderar al equipo de Arsene Wenger.
Lo hizo ante el Dortmund, para dar la puntilla a un campeón alemán lastrado por la desgracia de las lesiones consecutivas de Bender, que recibió un golpe en la cara con la bota de Thomas Vermaelen (m.25), y de su estrella Mario Götze (m.29).
Jürgen Klopp se vio obligado a recomponer el centro del campo y el Arsenal, que no había disparado a puerta más que en una ocasión en la primera mitad, por medio de Van Persie, lo aprovechó para adelantarse gracias a una gran jugada por la banda del camerunés Alex Song, que remató de cabeza a la red su capitán (m.49).
A un paso de la eliminación, Klopp sacó al paraguayo Lucas Barrios en busca de un gol que mantuviese vivo a su equipo, pero al contrario fue de nuevo Van Persie el que marcó, oportunista en el área tras un cabezazo en el área de Vermaelen (m.86).
El Dortmund, que marcó con el tiempo casi concluido por medio del japonés Shinji Kagawa (m.92), no encontró su salvavidas en Londres, sino en Marsella, donde el Olympiacos de Ernesto Valverde logró un triunfo que permite que buscar un imposible dentro de dos semanas.
EFE
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