Una suma de errores y desaciertos hizo que Argentina le ponga la cereza amarga a su eliminación de la Copa del Mundo.
Por historia, Argentina siempre tiene que estar luchando instancias finales en una Copa del Mundo. Por su presente, la 'Albiceleste' se fue merecidamente en octavos de final de Rusia 2018. Fueron superados en el juego por Francia, un elenco que tuvo a un Kylian Mbappé imparable a lo largo de los 90'. El fin de un ciclo parece avecinarse para un equipo que perdió tres finales en menos de cinco años.
Para entender la debacle argentina sería injusto remitirse solo al partido de este sábado en el Kazán Arena. La prematura despedida de la Copa del Mundo tiene que ver con una suma de cosas: desorden dirigencial, la falta de respaldo a los procesos, la ausencia de una idea de juego, la falta de liderazgo desde el banquillo y un Lionel Messi que nunca pudo entenderse con sus compañeros.
Después de Julio Grondona vino la debacle
Con la muerte del histórico dirigente argentino en 2014, se instaló un desorden dirigencial en la AFA. Tras varias ideas y vueltas y pugnas internas, se terminó designado a Claudio 'Chiqui' Tapia. El directivo destacaba más por sus polémicas y decisiones erradas que por sus reformas en beneficio del fútbol argentino.
Además, se perdió la influencia -negativa o positiva- que tenía Julio Grondona en el seno de la FIFA.
Varios técnicos, ausencia de un proyecto
Los ciclos breves se volvieron una mala costumbre en Argentina. La presión por obtener resultados inmediatos hizo que varias veces se cambie al capitán del barco en la 'Albiceleste, provocando solo que el equipo naufrague en cada torneo disputado.
Alejandro Sabella, Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli. Cuatro técnicos en menos de cinco años, estrategas con ideas y estilos distintos para un equipo que exigía acomodarse siempre a Lionel Messi. Sostener un proyecto no te asegura triunfos, pero sí orden y tranquilidad para algún día cosechar los resultados.
Jorge Sampaoli y una ilusión que empezó mal
Argentino fichó a uno de los mejores técnicos del mundo en junio de 2017. Era Jorge Sampaoli que venía dejar una grata impresión dirigiendo a Chile y que ya destacaba en Europa al mando del Sevilla. Sin embargo, las formas de su contratación no fueron las mejores. El DT manejó un doble discurso con su entonces club y terminó yéndose por la puerta falsa.
Se lo contrató solo para las últimas fechas de las eliminatorias y con el objetivo urgente de lograr la clasificación a Rusia 218. Ya al mando de la 'Albiceleste', Sampaoli nunca pudo plasmar una idea de juego y menos consolidar un 11 base. Al final perdió el control del equipo y su liderazgo se puso en duda.
Lionel Messi y la brújula que nunca encontró en Argentina
El mejor jugador del mundo nunca pudo brillar con la camiseta de su país. El respaldo que tenía en el Barcelona no era el mismo que lo rodeaba en Argentina. Nunca pudo acoplarse al colectivo y el colectivo nunca pudo acoplarse a su genialidad.
Su liderazgo deportivo creció en los últimos años, pero en los partidos más duros nunca pudo aparecer para ponerse el equipo al hombro. No fue determinante en las finales que perdió y se va de Rusia 2018 solo marcando un gol.
Un equipo con corazón, pero con poco fútbol
Argentina nunca superó en el juego y en el resultado a un rival en esta Copa del Mundo. Ante una novata Islandia empató, ante un compacto Croacia cayo goleado y ante una necesita Nigeria ganó más por las ganas que por buen juego.
Cuando le tocó chocar con un rival top evidenció mucho más sus carencias colectivas y apeló solo a sus individualidades. Esta vez no le alcanzó para ganar y se despide tras caer ante Francia.
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