El partido ante Uruguay fue inolvidable para muchos peruanos y se ratifica lo que venían diciendo los que saben de fútbol: Perú está mejorando, pero aún falta mucho.
La Selección Peruana logró algo más que 3 puntos ante Uruguay. No solo se metió a la pelea por el repechaje a Rusia 2018, también le brindó un mensaje de ánimo a los damnificados del país y consolidó una idea de juego que empezó en la Copa América Chile 2015.
Cuando le han pedido una opinión sobre Perú a periodistas y ex jugadores extranjeros, la respuesta siempre era la misma: "Juegan bien". Pero los resultados no avalaban esa afirmación. Sin embargo, parece que solo era cuestión de tiempo para ver al equipo compitiendo con el resto de selecciones sudamericanas en las Eliminatorias.
Así fue el camino futbolístico, anímico y estadístico de la Selección Peruana desde que llegó Ricardo Gareca.
1. Copa América Chile 2015. Perú llegó con algunas limitaciones: Claudio Pizarro y Juan Vargas eran estrellas, pero llegaron con más de 30 años y frenaban el desarrollo de jugadores jóvenes. Christian Cueva se convirtió en titular y Gareca desarrolló alrededor del volante su propuesta futbolística. Fue la primera piedra, sobre la cual ha construido el proyecto de La Bicolor.
2. Inicio de las Eliminatorias. Perú apostó desde el inicio por el estilo de posesión, toque en primera y triangulación. ¿El problema? La dinámica de Pizarro no era la misma que hace 8 años, su mejor época. Además, Vargas había perdido velocidad, no iba tanto al ataque en la cancha rival, ni se asociaba para la elaboración. André Carrillo y Jefferson Farfán estaban físicamente mal. El punto de quiebre fue ante Venezuela en Lima en marzo de 2016. Ese partido significó el fin del ciclo de algunos jugadores en el equipo como Lobatón, Farfán Pizarro, Vargas y Zambrano. Gareca no los llamó más, en algunos casos por su edad y nivel futbolístico y en otros por temas disciplinarios. En cambio otros ganaron un espacio fijo en las convocatorias como Raúl Ruidíaz, Edison Flores, Andy Polo, Miguel Trauco, Aldo Corzo y Yoshimar Yotún había llegado.
3. Copa América Centenario. Se consolidaron varios jugadores. Ganarle a Brasil y dejarlo fuera del torneo en la fase de grupos avaló las apuestas de Ricardo Gareca hasta ese momento. Cueva demostró que seguía evolucionando, que no era más un proyecto y sí un realidad. Al plantel se sumaron Alberto Rodríguez, Christian Ramos, Aldo Corzo y Óscar Vílchez.
4. Actualidad. El roce internacional del último año ha consolidado la propuesta de juego y fortalecido el ánimo del plantel. Edison Flores hoy puede gambetear a cualquier defensa del continente; con su velocidad, Andy Polo puede ganar la banda; a Raúl Ruidíaz no le quema la camiseta y hace la diferencia cuando juega. Pero el más sobresaliente es Miguel Trauco. Dejó Universitario y este año llegó a Flamengo. Además, es titular de la Selección y es la salida segura por izquierda, el primer pase en ese juego de toques que ha impresionado al continente.
¿Cómo nace el juego de Perú? El equipo suele salir por izquierda con Trauco, por esa zona busca entrar en contacto con Cueva y Flores. Y si las cosas se le complican, tiene la técnica para mandar un pase de 40 metros a Paolo Guerrero, con quien juega en Brasil.
Otro jugador fundamental es Yoshimar Yotún, que junto a Renato Tapia forman la primera línea de volantes. El hombre del Malmö de Suecia es lo inverso a Trauco: él fue lateral izquierdo y pasó a jugar en primera línea de volantes por técnica. 'Yoshi' es otro camino seguro de salida. Suele asociarse con Cueva, que es el más claro con la pelota en los últimos metros del campo.
Para Gareca, no hay ataque sin extremos y ahí tiene fijos a André Carrillo y Edison Flores. El primero no tiene mucho gol, pero es veloz, hábil y tiene un centro preciso. El segundo es más claro frente al arco rival, protege bien el balón y también sabe jugar como mediapunta.
El promedio de toques para Perú en una acción ofensiva ronda los 13 pases, de los cuales 8 se dan en campo rival. El objetivo del equipo es tener siempre la posesión de pelota, pero estar armado también para el contragolpe. El punto débil es cuando pierde completamente el manejo. La Selección no se siente cómoda aguantando la presión de rival por largo tiempo. Uruguay es lo contrario, aunque esa fórmula no le funcionó en Lima.
Perú está recuperando lentamente su mejor versión de juego. Falta aún recuperar los puntos perdidos en la tabla de posiciones.
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