A los 80 años, la otrora mujer más deseada del mundo, la sueca Anita Ekberg, vive en un asilo de Roma, recluida en una silla de ruedas, esperando ayuda de la Fundación Fellini.
Bien dicen que la juventud es corta y la vejez muy larga. Por los años 60, la belleza de Anita Eckberg, irradiaba las pantallas cinematográficas; 51 años después, la mujer más deseada del mundo, pasa sus días atada a una silla de ruedas en un asilo, donde escribe sus memorias, recordando su etapa de diva.
Sus hermosos ojos turquesa de la ex Miss Suecia no brillan como hace cinco décadas y menos tienen el halo de sensualidad que llenó las pantallas en la escena de "La Dolce Vita". Su mirada revela tristeza: “¿Quieren saber si me siento sola? Un poco. Pero no me arrepiento de nada. Amé, lloré, gané y perdí. Y hasta llegué a enloquecer de felicidad”, declaró este año.
Kerstin Anita Marianne Ekberg tuvo a sus pies a los más cotizados galanes de la época; rechazó la propuesta matrimonial de Frank Sinatra, para casarse con el actor inglés Anthony Steel y luego con el estadounidense Rik van Nutter. No tuvo hijos y, tampoco ahorró para tener una vejez tranquila. “Podría haber sido tan rica como Sofía Loren”, dice.
Hace unos meses se rompió el fémur de su pierna derecha tras una caída que le impide movilizarse. “Pensar que a Fellini le gustaba tanto verme caminar”, se lamenta.
Sobre ella, el director italiano comentó cómo la eligió para su famosa película “La vi y fue como si uno de mis dibujos hubiera cobrado vida. Era ella, no podía ser otra”, recordaba
UNA AUTOBIOGRAFÍA ESPERADA
Su autobiografía estará dedicada al amor y sus romances, incluido el del propietario del grupo FIAT, Gianni Agnelli, y que terminó por culpa de un "periodista mal educado". “Con él compartimos por muchos años un secreto hermosísimo, hasta que ese reportero lo arruinó todo”, declaró hace años. Se prevé que también escribirá sobre su enemistad con Gina Lollobrigida por “cuestiones del ego, nomás”.
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