De esta cifra total, 272 correspondieron a menores de 18 años y, dentro de esa cantidad, 71 niños tenían un rango de edad entre 7 a 10 años.
En el último año se duplicó en el Perú número de menores de edad atendidos en hospitales públicos por adicción a videojuegos, registrándose incluso casos de niños de 7 años con estos trastornos, revelaron voceros del Ministerio de Salud.
El director de Salud Mental de este portafolio, Carlos Bromley, detalló que durante el 2013 se recibieron 841 casos de personas con problemas de adicción a videojuegos, casinos y apuestas, un tipo de trastorno denominado ‘juegos patológicos’.
De esta cifra total, 272 correspondieron a menores de 18 años y, dentro de esa cantidad, 71 niños tenían un rango de edad entre 7 a 10 años. Si se compara con las estadísticas del 2012, los casos de menores de 18 años fueron 225 y 35 los menores de menores de diez años.
"Hay un incremento preocupante del grupo de menores de edad y ello es una consecuencia de una grave problemática familiar y social", refirió.
“Los menores de edad son un grupo sensible por naturaleza y, si a eso le agregamos una falta de afecto por parte de su entorno, una familia disfuncional o un ambiente donde las peleas, el alcohol o las drogas son una constante, hacemos que el vínculo de la realidad de los menores se pierda”, explicó.
El especialista mencionó que los menores llenan estos ‘vacíos’ emocionales con los videojuegos. Además, es fácil acceder a ellos porque están en la misma vivienda, en una cabina de Internet cerca de la casa o en zonas comerciales. A eso se le suma la piratería de los mismos, que reduce casi en 80 por ciento el precio de estos.
"Cajas chinas"
Para Bromley, estas conductas pueden tener un inicio en las conocidas cajas chinas. Estos juegos, que se encuentran en numerosas bodegas de la ciudad, emulan básicamente la función de los tragamonedas y son para el director de Salud Mental la vía de acceso a estas conductas obsesivas.
“A los 7 años empiezan a desarrollar estos trastornos con este tipo de aparatos, que funcionan como puerta de entrada a otro tipo de adicciones. Por ejemplo, hasta los 20 años desarrollan la adicción a los videojuegos para luego iniciarse en los casinos y juegos de azar. Luego de los 40 años, pasan a las apuestas grandes, relacionadas por ejemplo con los hipódromos”.
Esta evolución está relacionada a los cambios que vienen con el aumento de edad, como son los nuevos círculos sociales y culturales a los que se acoplan las personas con el tiempo, y el mayor ingreso económico que permite acceder a espacios y lugares de mayor sofisticación.
Factores de Riesgo
Bromley indica que hay varios factores que conllevan a una adicción. Además de los problemas familiares y sociales, está la predisposición genética y biológica. Estos, añadió, no necesariamente condenan al individuo a ser víctima de estos trastornos.
“La mayoría de enfermedades y males que aquejan a las persona son hereditarios, pero bajo un control y un cuidado adecuado se pueden manejar e incluso evitar. Igual funciona con las adicciones, hay factores de protección como los vínculos familiares y afectivos, la ayuda médica y el manejo del tiempo, que sirven para luchar contra este factor de riesgo”, detalló.
Otro aspecto determinante en el inicio de una adicción es la formación de la personalidad. El especialista explica que, hasta los 7 años, el principal molde de la actitud que terminaremos desarrollando proviene de la familia.
“Este tipo de aprendizaje está basado en la repetición de lo que vemos, adaptándonos y apegándonos a eso hasta hacerlo una costumbre. Si crecemos en un hogar disfuncional y con constantes conflictos, nuestra personalidad se apega a eso y vuelve a la persona completamente inestable”.
Los otros factores de riesgo para caer en adicciones es la necesidad de afecto y el hecho de que la sociedad ofrezca con facilidad varios ‘puntos de adicción’, que podrían ser el alcohol, las drogas y los juegos virtuales.
Ante todo lo mencionado, el especialista señala que existen también los factores de protección, que sirven para evitar y enfrentar lo antes mencionado, y que los padres de familia deberían tener siempre en cuenta.
“Para comenzar es importante crear vínculos familiares y afectivos bastante sólidos, para que los menores puedan encontrar en su entorno no solo cariño, si no también apoyo y compañía. A esto les sumamos el mantener un estilo de vida saludable y un manejo responsable de nuestros tiempos “, detalló.
“Los padres deben comprender que su único rol es ser buenos padres. Hay que establecer lazos con los hijos y no dejar que la televisión, los videojuegos o la calle sirvan como el único entretenimiento de los menores de edad, que recurren a ellos al no encontrar atención en sus progenitores".
ANDINA
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