´El Gobierno federal ha recibido informaciones según las cuales el teléfono celular de la canciller es espiado, posiblemente por los servicios secretos estadounidenses´, Steffen Seibert, vocero de Angela Merkel.
El Ministerio de Exteriores de Alemania citó al embajador de Estados Unidos en Berlín un día después del descubrimiento de indicios que apuntan al espionaje de la canciller Angela Merkel por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense.
Según la versión digital de la revista Der Spiegel, citando a un portavoz del ministro de Exteriores germano, Guido Westerwelle, el objetivo de la reunión es “dejarle claro al embajador cuál es la posición del Gobierno alemán”.
También el ministro alemán de Defensa se pronunció sobre la materia. “Desde hace años doy por sentado que mi teléfono móvil ha sido pinchado, pero no habría esperado que fueran los estadounidenses quienes lo hicieran”, dijo Thomas de Maizière.
El vocero de Merkel, Steffen Seibert, confirmó en la víspera la noticia adelantada poco antes por Der Spiegel: “El Gobierno federal ha recibido informaciones según las cuales el teléfono celular de la canciller es espiado, posiblemente por los servicios secretos estadounidenses”.
Al respecto, De Maizière dijo: “Sería realmente terrible que se corroboraran las sospechas en cuestión. Los estadounidenses siguen siendo nuestros mejores amigos, pero esto es inaceptable”.
Entre severo y diplomático, instó a Washington a detener este tipo de operaciones de vigilancia. Por un lado enfatizó que las relaciones entre Alemania y Estados Unidos son estables y de gran importancia de cara al futuro.
Por otro, dejó en el aire la noción de que el espionaje del Gobierno alemán por parte de la NSA tendría un efecto negativo sobre los vínculos transatlánticos. “No es posible seguir adelante como si no hubiera pasado nada”, señaló de Maizière.
Después de todo, acotó el ministro de Defensa, los servicios de inteligencia estadounidenses son objeto de acusaciones similares en Francia.
La propia Merkel habló directamente con el hombre fuerte de la Casa Blanca, Barack Obama, para exigirle que aclarara el caso inmediatamente y este dejó saber que las comunicaciones de la canciller no estaban siendo espiadas en este momento ni serían espiadas en el futuro.
Andina
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