No utilizan agua, minimiza la generación de residuos y puede ser incluso un complemento para la agricultura.
Contar con agua y desagüe en sus casas, es el anhelo de miles de familias de las zonas periféricas de Lima donde las redes públicas no pueden llegar por altos costos, condiciones topográficas inaccesibles, o porque carecen de alguna factibilidades técnica. Sin embargo existen alternativas diferentes para atender de manera eficiente y saludable a este sector de la población. Se trata de los baños secos o “composteros”.
“La tecnología de los baños secos proviene de Alemania y su principio está enfocado en el ahorro de agua, un manejo ambiental más controlado que minimiza la generación de residuos y cierra ciclos entre saneamiento y agricultura” explicó Rosa Miglio, jefa del departamento de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional Agraria, La Molina (UNALM).
¿Cómo funcionan?
El sistema se basa en la separación de los residuos. Por un lado, van las heces depositadas en un balde debajo del inodoro y, por otro, la orina que se infiltra en el suelo. Se debe añadir aserrín luego de cada uso.
Cuando el balde con heces mezclado con aserrín está lleno, se entrega a un camión recolector que cada semana pasa a recogerlo, y hace el recambio por otro recipiente limpio con más aserrín.
Existe también otro tipo de "baño seco", provisto de dos cámaras recolectoras, el cual es cambiado al llenarse, al año de uso.
Experiencias positivas
Este sistema de baños secos se ha instalado en las casas de 40 familias de la zona de California, en Villa El Salvador, y es gestionado por la empresa X-Runner desde agosto del año pasado, mediante un plan piloto que tiene como objetivo expandirlo a 500 familias. El pago por el servicio es de 25 nuevos soles mensuales, que incluye la instalación del inodoro.
La subgerente de operaciones de la mencionada empresa, Cecilia Vásquez, refiere que las heces retiradas de las viviendas van a una planta de tratamiento. Las tres primeras semanas, por diversos factores naturales, además del sol, los residuos de heces alcanzan los 70 grados centígrados. “Luego se mezclan con más aserrín y estiércol de vaca, del que sale el compost, que puede ser utilizado como abono agrícola, sin ningún riesgo o peligro para la salud” aseguró.
Rosa Miglio también realizó estudios al respecto y afirma que este sistema es la solución para "aquellas zonas donde la población está asentada en cerros y resulta costosa la implementación de una red de saneamiento porque se tiene que romper roca para su instalación, además de no haber lugar para descargar las aguas residuales.
Del mismo modo, la experta del UNALM está convencida de que en la parte rural del país, donde las casas están alejadas y se acostumbra a usar letrinas, con el peligro que supone por las inundaciones, el baño seco es una alternativa muy viable.
Por su parte Heike Hoffmann, quien con su empresa Rotaria del Perú y el apoyo de la cooperación alemana e instituciones privadas instaló baños secos con dos cámaras recolectoras en 72 viviendas de Pamplona Alta, sostiene que “el Estado debería incorporar y gestionar este tipo de saneamiento ecológico dentro de su rol de satisfacer agua y saneamiento a las poblaciones”.
El uso de esta tecnología sanitaria ya está normado con el nombre de Unidad Básica de Saneamiento Ecológica o Compostera, dirigidos a las zonas rurales. Sin embargo, aún queda mayor compromiso y camino por recorrer. La pelota está en cancha de los gobiernos locales y regionales.
Con información de Andina
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