Cooper presentó el filme, en el que encarna a Chris Kyle, quien entre 1999 y 2009 mató al menos a 150 insurgentes en Irak como miembro de la unidad de élite de la Marina estadounidense.
Un "privilegio" es lo que ha sido para Bradley Cooper estar a las órdenes de Clint Eastwood en su última película, "American Sniper", donde pone rostro al drama humano vivido tras la guerra de Irak por el francotirador más letal de la historia reciente de Estados Unidos.
Cooper presentó hoy ante la prensa el filme, en el que encarna a la "leyenda" Chris Kyle, quien entre 1999 y 2009 mató al menos a 150 insurgentes en Irak como miembro de la unidad de élite SEAL de la Marina estadounidense.
"Chris Kyle dijo que si pudiera escoger a un director para que hiciera la película de su vida sería Clint Eastwood. Para mí es uno de los mejores directores de nuestros tiempos, y Clint admira mucho la historia de Kyle", explicó el actor estadounidense.
Porque, pese a todo, la batalla más difícil que libró Kyle fue la vuelta a casa con su esposa Taya (Sienna Miller) y sus dos hijos pequeños, después de ser absorbido por la guerra y por el espíritu de la unidad especial SEAL de "no dejar a nadie atrás".
En un comunicado, el mismo Eastwood subrayó que esta historia "enseña los estragos que hace la guerra en las personas, pero también la presión que pone en toda la familia. Es bueno recordar todo lo que invierten los que van a la guerra y reconocer los sacrificios que hacen".
"La gente que no sabe nada sobre lo que Kyle sufrió ahora tendrá una oportunidad de entenderlo. Él dejó los SEAL para estar con su familia", alegó hoy Cooper, que aseguró que una vez llegó a comprender los sentimientos tan complejos del marine su interpretación se le hizo más difícil, porque era "representar a un humano".
La película está basada en la autobiografía de Kyle, que fue uno de libros más vendidos según el New York Times durante 18 semanas, y llegará a los primeros cines de Estados Unidos el día de Navidad.
EFE
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