Protestas estallaron hace más de dos semanas y tienen como objeto presionar al Gobierno para que mejore la conexión de Aysén con el resto del país.
Nuevos incidentes se registraron esta noche (lunes) entre los vecinos de Aysén y Carabineros, en el sur de Chile, y a pocas horas de que llegue a la zona el ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, con una propuesta del Gobierno, con el fin de destrabar el conflicto.
Según la Policía, la refriegas ocurrieron en el sector alto de la ciudad, en la villa Bernardo O"Higgins, donde una mujer embarazada tuvo que recibir atención de urgencia debido a los efectos de los gases lacrimógenos lanzados por la Policía.
Asimismo, vecinos de la zona denunciaron a periodistas que dos jóvenes fueron atropellados por un vehículo policial mientras se encontraban protestando en una barricada.
De acuerdo a las mismas versiones, durante el incidente efectivos policiales golpearon y causaron heridas en la cabeza a uno de los manifestantes, quien fue trasladado a un centro asistencial por habitantes del sector, según radio Biobío.
Los disturbios preceden a la llegada del ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, quien lleva una propuesta del Gobierno a las demandas de los vecinos de esa ciudad que reclaman por el aislamiento del sector.
En tanto, el obispo de Aysén, Monseñor Luis Infanti, aseguró hoy que desde que las fuerzas policiales se retiraron de las calles, especialmente del Puente Ibáñez, volvió la calma a la región, luego de la seguidilla de jornadas de enfrentamientos entre manifestantes y carabineros.
Asimismo, indicó en declaraciones a Televisión Nacional que "estando en Puerto Aysén, percibí que era un clima de guerra civil, prácticamente, en el Puente Ibáñez".
No se descarta presencia de infiltrados
Respecto a la presencia de infiltrados en las manifestaciones, el prelado dijo que esa situación "no se descarta ni aquí ni en Santiago".
"La región está totalmente paralizada, pero habiendo algo para comer resiste cualquier situación", sostuvo.
"Van a sacar provisiones de donde sea con tal de resistir", recalcó Infanti, quien agregó que se esperaba "más agilidad y preocupación por parte del Gobierno".
Las protestas, que estallaron hace más de dos semanas tienen como objeto presionar al Gobierno para que mejore la conexión de Aysén con el resto del país, otorgue subsidios a los precios de los combustibles y fije un salario mínimo más alto, entre otras demandas.
EFE
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