Durante el primer Clásico del Pacífico jugado en una Copa América de 1935, con caracter de extraordinaria, el sol de enero, dorado y promisorio, cobijó el aplauso de la afición peruana por el triunfo de 1-0.
Era la tarde del 26 de enero de 1935. Perú y Chile se miraban las caras. Tas un relumbrón de Lolo, el partido entró a un equilibrio sin brillo hasta que el chileno Giudice sacó media chalaca espectacular que Valdivieso despejó con la cara. A los 5 del segundo tiempo hubo una falta favorable a Perú y el balón llegó hasta Villanueva. Con maestría, «Manguera» filtró el balón y Montellanos, la «Culebra» Montellanos, cruzó un remate triunfal que el arquero rival no pudo contener. Los chilenos se fueron al ataque con la sangre en el ojo y cuando quedaba poco por jugarse, el chileno Carmona la empalmó bien tras superar a Arturo Fernández. Parecía que el balón encontraría la red peruana, pero el «Mago» Valdivieso, estirándose de palo a palo, desvió la redonda y nos dio la satisfacción de asegurar la victoria en el primer Clásico del Pacífico jugado en Copa América, mientras el sol de enero, dorado y promisorio, abrigaba el aplauso de la afición peruana.
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