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por Redacción RPP
·Los infractores estaban reunidos en el sótano de un edificio, que había sido acondicionado como una discoteca. Todos fueron llevados a la Comisaría de San Miguel.
Más de 30 personas fueron intervenidas en una fiesta clandestina, que se realizaba en pleno toque de queda en el sótano de un edificio, ubicado en el cruce de la calle Nicolás de Piérola con la avenida Costanera, en el distrito de San Miguel.
Los infractores, entre varones y mujeres, estaban reunidos sin cumplir los mínimos protocolos de bioseguridad, como uso de mascarillas o distanciamiento físico, por lo que el lugar era un auténtico foco infeccioso de la COVID-19.
El sótano de un edificio había sido acondicionado como una discoteca. Las paredes estaban pintadas con rostros de conocidos salseros, mientras que se habían instalado mesas y sillas, así como un bar.
Llamada anónima
El llamado de un vecino permitió esta intervención de esta fiesta clandestina. Agentes de la Policía Nacional y serenos de San Miguel llegaron raudamente e intervinieron in fraganti a los infractores.
Todos los participantes de la reunión fueron llevado a la Comisaría de San Miguel, donde fueron fichados y multados por incumplir las medidas de bioseguridad impuestas por la pandemia.
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