Miles de feligreses se movilizan desde diferentes puntos del Perú hacia la ciudad de Motupe para venerar al sagrado madero.
Parodiando al bate Alejandro Romualdo, podríamos decir: La robarán de su gruta, la arrojarán desde lo alto, le quitarán sus anillos de oro y plata, la cortarán en cinco pedazos, pero no podrán desaparecerla de la fe del pueblo.
Esa es la milagrosa Cruz del cerro Chalpón de Motupe, un pueblo de la provincia de Lambayeque, que desde hace 144 años, irradia fe a la población católica de la región y del país.
El 5 de febrero, al igual que el 5 de agosto en que se celebra su día central, las calles, el parque y la iglesia San Julián de Motupe están atiborradas de miles de feligreses, que venciendo mil peripecias, llegan en agradecimiento por el milagro concedido, o a pedir por la salud de un familiar enfermo, o por un pedido personal.
Hay miles de historias, miles de pedidos, miles de almas agradecidas que en sus peregrinajes desde sus lejanos terruños hacia la gruta ubicada en la parte más escarpada del cerro Chalpón, para dejar sus placas de recuerdo, con expresiones llenas de fe y agradecimiento.
Masa humana
En estos últimos días, decenas de personas llegaron hasta Chiclayo para proseguir viaje hasta Motupe. Decenas de comerciantes venidos de diversos sitios de nuestro Perú profundo, están ya instalados en varias calles cercanas a la plaza de armas.
Motupe, no solo es el imán de la fe católica sino que es un emporio comercial y económico que mueve y le da vida a Motupe en forma directa y a Chiclayo indirectamente porque la masa humana que fluye hacia la festividad de Motupe, dinamiza la economía lambayecana.
Algo de historia
La historia se remonta al año 1860, cuando el religioso franciscano Juan Abad, llamado “El Ermitaño”, quien siempre desaparecía del pueblo.
Antes de partir de la zona, el fraile le confesó a algunas personas que frecuentaba, que estaba dejando tres cruces en las partes altas de los cerros.
La gente calificó de milagrosas a estas cruces, entonces comenzó su búsqueda y el 5 de agosto de 1868, José Mercedes Anteparra, joven de 22 años, encontró la cruz en una gruta del cerro Chalpón.
La segunda Cruz fue encontrada en el mismo cerro Chalpón pero en el lado que da para el distrito de Olmos y la tercera Cruz fue ubicada en una gruta en lo alto del majestuoso cerro de Yanahuanca, a 3 horas del pueblo de Penachí, perteneciente al distrito de Salas.
El 5 de julio del 2011, la Cruz de Motupe fue robada de su gruta y encontrada al día siguiente cortada en 5 partes y sin sus 92 anillos de oro y plata de los cuales 45 estaban en el madero horizontal, 20 en el lado izquierdo y 25 en el derecho.
Por: Juan Cabrejos
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